Los sindicatos de prisiones discrepan sobre la firma del convenio colectivo

Treinta trabajadores de la prisión provincial de Villahierro, pertenecientes a los sindicatos CSI-CSIF, CC.OO. y USO se manifestaron ayer ante la subdelegación de Gobierno de León para protestar por la falta de acuerdo en la negociación del convenio colectivo, que en la actualidad está pendiente de firma «por la negativa de Acaip y UGT a aceptar las condiciones que nosotros ya hemos conseguido ante la administración» según reseñó Roberto García, portavoz sindical. «Interior acepta cinco de los puntos que se pidieron en la plataforma, las retribuciones, que subirían 315 euros en tres años, abrir la mesa de negociación para las jubilaciones anticipadas, subidas en los niveles A, B y C, la creación de nuevas plazas para los centros o funcionalización del personal laboral, por ejemplo. En Madrid se nos ha contestado hace media hora que estos puntos se aceptan siempre que Acaip y UGT estén también en la firma, pero han comunicado que no están de acuerdo, y tendremos que seguir con las movilizaciones». El próximo días 12 de enero habrá una nueva movilización para insistir en las reivindicaciones: «Quien tiene que explicar por qué se han ido de la plataforma son los sindicatos que han firmado cosas a espaldas de las plantillas, porque nos consta que han aceptado algo que es como una carta en blanco para la administración sin dar explicaciones». García entiende que habla en nombre «de un 60% de los funcionarios, que son los que están afiliados a nuestros sindicatos, y que no están de acuerdo». Acaip aporta datos Valentín Llamas. secretario de Acaip, significó la importancia de un dato conciso para explicar la postura del otro sector sindical: «Los acuerdos que se han firmado con la administración entre 1989 y 2003 han reportado a los funcionarios 8.500 millones de pesetas. El que nosotros hemos firmado recientemente, supone 10.000 millones. Creo que con eso, está explicado todo». «Nosotros» insistió Llamas «no estamos en contra de las mejoras económicas, pero nos negamos a cambiarlas por otras prestaciones que son básicas. Ya hemos conseguido un acuerdo en jubilaciones anticipadas, en nocturnidad y en productividad, pero no se puede molestar a los funcionarios con asambleas todos los días para consultar absolutamente todo, porque la gente también trabaja y necesita descansar».