La reforma no eliminará las curvas tan pronunciadas de la zona, pero añadirá sobreanchos
Valdefresno y Villaquilambre se unen para solicitar el arreglo del Portillín
La Diputación ya posee una maqueta de las obras, que ampliarán de 4,5 a seis metros la vía
Los municipios de Valdefresno y Villaquilambre se han unido para reivindicar el arreglo de una de las intersecciones olvidadas en la provincia. Se trata de la vía que discurre desde la N-621, por Villafeliz de la Sobarriba, hasta la localidad de Villaobispo, más conocida como la carretera del Portillín. Las curvas de este pequeño puerto casi urbano, muy cerradas y con pendientes extremadamente pronunciadas, son famosas y han llevado incluso a los organizadores del rally Ciudad de León a plantear en esa zona algunos de los tramos de carrera. La Diputación provincial de León ya ha encargado la maqueta de las obras, aunque aún está pendiente de la consignación presupuestaria para comenzar a ejecutar los trabajos de reparación, previsiblemente, durante el primer trimestre del nuevo año. Según los ingenieros, la reforma afectará a dos de los once kilómetros de esa carretera, denominada como CV-162/5. En concreto, el tramo a acondicionar es el comprendido entre el puente que cruza el río, a la altura de Villaobispo, y el pueblo de Villavente. Los técnicos de la institución provincial consideran que la mejora «es importante», porque permitirá conseguir un firme uniforme y con mayor ancho durante todo el trayecto. Los vehículos, de uno en uno De hecho, de los 4,5 metros actuales que posee la calzada se pasará a los seis metros de anchura y, aunque las curvas no se podrán corregir totalmente, el proyecto sí prevé añadir sobreanchos para evitar que los vehículos que circulan en dirección contraria tengan que frenar para dejarse pasar sin colisionar, en algunos de los puntos más conflictivos. La idea de una variante Además de las fuertes pendientes y de la estrechez de la vía, otro problema de la carretera actual del Portillín es que está cuajada de baches, desconchones y piedras sueltas. La última reparación parcial se efectuó hace quince años, aprovechando las obras de la traida del agua del Porma, que se acumula en varios depósitos en la cumbre de este puerto que lleva a la zona de la Sobarriba. Los vecinos solicitaron hace años que, en lugar de una capa de rodadura sobre la calzada y de mejoras puntuales de la vía, se acometiera una variante. Consideraban que ésa era la única posibilidad de superar sin grandes curvas los ochenta metros de desnivel que se necesitan ascender actualmente desde Villaobispo a Villavente en ese puerto en un espacio inferior a 150 metros. Sin embargo, la Diputación ha rechazado ese proyecto, porque, con la variante, las cifras del acondicionamiento de la carretera del Portillín se dispararían. Según los cálculos técnicos, esa solución requeriría habilitar un viaducto muy largo y costoso que permitiera ir subiendo hasta Villavente, de una forma menos brusca, con un desnivel aproximado del 5%.