UPA critica la falta de resultados de la comisión sobre despoblación
La organización agraria Upa hizo ayer balance del año 2004 y entre los hechos más negativos destacó la reciente decisión del Gobierno central de aprobar un desacoplamiento parcial de las ayudas de la PAC, así como los nubarrones que se ciernen sobre el sector de azúcar castellano y leonés. Asimismo, el secretario regional de Upa, Julio López, criticó duramente que después de más de un año de trabajo y de que hayan comparecido un buen número de instituciones y expertos, todavía no se conoce ni un solo resultado de la Comisión sobre Despoblación creada en el seno de las Cortes de Castilla y León. Por ello, urgió a los miembros de la Comisión a dar a conocer cuánto antes las conclusiones a las que hayan llegado ya que, según recordó, la despoblación es un proceso imparable, que lleva ya mucho tiempo produciéndose en Castilla y León, y la Junta «no está haciendo nada por frenarlo». Promesas incumplidas Respecto a la aplicación de la reforma de la PAC, López aseguró que decisiones como la de aplicar un desacoplamiento parcial de las ayudas no sólo no sirven para fijar población en el medio rural sino que ponen de manifiesto que «no se tiene ni idea de las políticas que hay que poner en marcha para que la gente no se marche del medio rural». En este sentido, Upa recordó el compromiso de investidura del presidente Herrera de incorporar 1.000 jóvenes al medio rural al año que, según afirmó, con la falta de medidas concretas puestas en marcha en Castilla y León «volverá a incumplirse una vez». Como grandes retos para el próximo 2005, Upa destacó la negociación de la reforma de la OCM del azúcar, que aunque retrasada, todavía no ha alcanzado una solución satisfactoria para Castilla y León, así como la necesidad de adoptar una decisión sobre el porcentaje de modulación de las ayudas de la PAC que finalmente se aplicará. «No nos interesa tanto el porcentaje que se decida cómo a quiénes y hacia qué políticas se dirigirán esos fondos», afirmó, al tiempo que reiteró la necesidad de que reviertan en los agricultores a título principal y en políticas de desarrollo rural. Por último, y relación al mayor protagonismo de los Gobiernos y regiones de los Estados miembros en la política agraria común, López instó a la Administración central y a la autonómica a «hacer de una vez políticas agrarias propias».