El peaje de la autopista a Astorga sube el día 1 hasta un 5,6% en varios tramos

Aulesa, la concesionaria de la autopista León-Astorga, comenzará a aplicar sus nuevas tarifas a partir del 1 de enero. Según los precios que ha hecho públicos esta empresa, en algunos tramos, como el de León a Villadangos, el incremento del peaje representará una subida del 5,6% para los turismos y los vehículos pesados de nivel 1. Los usuarios de la AP-71 que realicen todo el trayecto pasarán a abonar 3,35 euros (un 3,08% más que en el 2004) si conducen automóviles ligeros; 5,15 euros (un 3% más) si viajan a bordo de un camión de nivel 1, y 6,25 euros (un 3,3% más) si circulan con un vehículo pesado de nivel 2. En la tarifa nocturna se producen los mayores desfases. Frente a tres peajes que mantienen su precio respecto a este año, destacan otros tres con incrementos del 12,5% (León-Villadangos para ligeros), el 9,1% (de Hospital de Órbigo a Astorga para turismos) y el 4,54% (para el tramo Villadangos-Astorga). No obstante, la empresa justifica los aumentos en el cumplimiento estricto del artículo 77 de la ley 14/2000 del 29 de diciembre, que permite revisar las tarifas de las autopistas respecto a los incrementos que haya registrado el IPC en los últimos 24 meses. El director de la explotación, Jorge de Diego, insiste, además, en que la subida media que se aplicará a partir de las 00.00 horas del 1 de enero es del 2,93%, «inferior al índice de precios al consumo con que se cerrará el año». También puntualiza que los precios se redondean al múltiplo más cercano -de ahí que la mayoría de los tiques suban 0,5 céntimos- y que no son acumulativos de cara al 2006. Críticas del PSOE y de la UPL La autopista León-Astorga se inauguró el 23 de diciembre del 2002, tras invertirse más de 115 millones de euros en preparar los casi 38 kilómetros de viales en 22 meses. El PSOE presentó, entonces, una propuesta parlamentaria para eliminar progresivamente el peaje y criticó duramente que la AP-71 fuera de pago. También la UPL protagonizó una sonora protesta, al convocar a más de 2.000 conductores para colapsar los puestos de peaje. Según la concesionaria, la media de vehículos diarios que utilizan esta autopista ha sido de 3.750 a lo largo de este año, una cifra inferior a la registrada el año pasado, en que se cerró con 4.300 automóviles de media. Jorge de Diego justifica esa disminución en la apertura de la autovía León-Benavente, «ya que hasta entonces muchos conductores procedentes de Asturias preferían circular por la AP-71 en sus desplazamientos a Madrid para evitar el tramo de dos direcciones hasta Benavente, y una vez que se ha solucionado han pasado a usar la nueva A-66».