Acusan a un detenido de poner su foto en un carnet de conducir robado
Piden un año de prisión al dueño de la obra en la que murió un peón
El primer juicio rápido del año aborda un presunto caso de violencia psíquica en el seno familiar
Un presunto caso de violencia psíquica habitual en el seno familiar abrirá el turno de juicios rápidos en León este año. Hoy, a las 9.30 de la mañana, J.C.A.R., con antecedentes penales ya cumplidos, responderá a las acusaciones del fiscal, que solicita dos años de prisión por supuestas amenazas sobre A.E.P.A, a la que en agosto de 2004 gritó «Te voy a matar» mientras esgrimía un cuchillo de cocina, en estado de embriaguez. Similares hechos se habrían repetido en noviembre del 2005, cuando según la acusación, llegó a poner otro cuchillo en el cuello a la víctima. El caso que cierra la denuncia se produjo el 29 de diciembre pasado, cuando ante un episodio de embriaguez relatado por la esposa en el auto, que anunció a su marido la decisión de solicitar la separación matrimonial. El supuesto autor de los hechos respondió: «Marcha tú, si quieres, que los niños se quedan conmigo». Ante la voluntad de la posible víctima de los hechos de seguir adelante en su decisión inicial, el acusado advirtió: «Si me denuncias, te clavo la yugular, y esta vez no te salva ni mi madre». A la vista de los hechos, el fiscal solicita dos años de prisión por un delito de vioelcnia psíquica habitual, tres delitos de maltrato familiar, por cada uno de los cuales solicita diez meses de prisión y una falta de amenazas, con la atenuante de embriaguez. Además de los ocho días de localización permanente de rigor, el presunto autor de los hechos estaría sometido a una orden de alejamiento no inferior a 300 metros durante tres años. Robo con fuerza J.A.S.R. mayor de edad y sin antecedentes penales, será juzgado hoy en León, acusado de robo con fuerza y falsedad en documento oficial, como consecuencia de tres episodios, en uno de los cuales habría recibido la cooperación de A.G.P., según los autos. El 28 de diciembre de 2003, el acusado habría abierto la puerta de una furgoneta con una ganzúa aparcada en la Plaza de Santa Ana, propiedad de L.M.T.D. causando daños varios. Un día después, se le acusa de haber accedido al interior de una oficina en la calle de San Guillermo, propiedad de L.L.G. al que sustrajo el carnet de conducir y 16 euros, además de una máquina cortapelo. El presunto autor de los hechos habría quitado la foto del propietario del carnet de conducir, para poner después la suya. Finalmente, el 1 de diciembre de 2003, con la complicidad presunta de A.G.P. que presentaba antecedentes penales, forzó un camión en la Avenida de la Facultad. Por todos estos delitos, se pide una condena de un año y seis meses de prisión para J.A.S.R. y dos años y seis meses a A.G.P. Imprudencia F.A.M. y L.A.B. comparecerán esta mañana en los juzgados de León, acusados de un presunto delito contra los derechos de los trabajadores, así como de imprudencia, a resultas de los cuales, F.J.A.T. perdió la vida en un accidente laboral que tuvo lugar el pasado 30 de junio de 2003. El fallecido, de 34 años, trabajaba como peón cortando ladrillos en la segunda planta de una obra en la capital. Por fallos diversos en las vallas de protección, tras caer al vacío, se estrelló contra una hormigonera, falleciendo dos días después. Por la falta de imprudencia, el fiscal, que considera en las calificaciones previas del juicio que no se veló de forma adecuada por la seguridad del trabajador, pide una multa de dos meses a razón de 6 euros diarios. A la vez solicita que cada uno de los padres del fallecido reciba 8.275 euros y para A.I.O.T, la mujer con la que convivía desde hacía cuatro años, 99.305 euros. La acusación particular considera que se produjo un delito contra los derechos de los trabajadores, y solicita un año de prisión y seis meses de multa, y otros dos años más por imprudencia y homicidio involuntario. La indemnización para los padres del finado de 130.000 euros, a los que se suman 35.000 más para su hermana. Una tercera acusación pide que se califique el delito como un homicidio imprudente, por lo que pide un año de prisión y una indemnización de 120.000 euros para la persona que convivía con el trabajador.