De Francisco enseña el pacto que firmó Villalba para que él presidiera la Caja

«En caso de que la suma de PSCyL y UPL pueda producir la obtención de una nueva mayoría, los partidos firmantes de este acuerdo propondrían como presidente del consejo de administración al representante de UPL que se designe y como presidente de la comisión de control al vocal que proponga el PSOE». Fechado a día 13 de junio del 2003 -un día antes de la investidura de Francisco Fernández como alcalde de León- y con la rúbrica de José María Rodríguez de Francisco, por la UPL, y Ángel Villalba, por el PSCyL, el punto tercero del documento deja clara la existencia de un pacto para arreglar la presidencia de Caja España, que recaería en el ex líder leonesista ya que en ese periodo era el único que estaba en el consejo de administración. La segunda premisa -la vinculación del acuerdo con la obtención de la alcaldía para los socialistas- se deduce a partir de la inmediatez temporal de ambas pruebas y el testimonio del edil no adscrito, aunque los miembros del PSOE implicados en la operación se basan en la independencia de ambos documentos para desmembrar la decisión en la entidad financiera y en el consistorio. Rodríguez de Francisco explicó su renuncia a ser presidente de la entidad a partir de las máximas de «responsabilidad y honradez», ya que «en ese momento Caja España se encontraba en un periodo de inestabilidad por mor del debate político»; un problema que se solucionó gracias a su «llamada al consenso de las fuerzas políticas para no politizar la caja y colocar a un presidente independiente, Victorino González, que nunca ha militado en ningún partido», aunque se conce su afinidad leonesista. El concejal no adscrito, que aseguró que no quiere hacer «ningún alarde» por la decisión, sí se felicitó «por haber logrado que de esta manera la caja se encuentre en un periodo de bonanza». «Caja España debe continuar por estos cauces» -afirmó Rodríguez de Francisco-, que llegó a proponer que dejaría el consejo de administración «si eso facilita mantener el consenso en el futuro», y acusó a Francisco Fernández de haber amenazado «con desestabilizarla al conocer el pacto con el PP, algo que no es de un político que sirve a los ciudadanos sino a sí mismo». El actual primer teniente de alcalde, que afirmó que «lo no prohibido se entiende permitido» y cuyo único mal ha sido «ser libre», se entregó a la ironía para dar cumplido merecimiento a las firmas acompañantes de los documentos: «En la gestación de estos acuerdos Villalba fue un caballero y consiguió que Francisco Fernández, un convidado de piedra, fuera alcalde por arte de birlibirloque». El gesto reafirma el aviso realizado por parte de Rodríguez de Francisco en el último pleno municipal y deja en el aire nuevamente la posibilidad de que existan otras pruebas, cuya salida a la luz pública queda supeditada «a que alguien en el PSOE ponga un poco de raciocinio» y «se acabe con la campaña para retorcer una imagen labrada en 21 años de trabajo político».