Freno a los genéricos

Los medicamentos sin marca comercial, aquellos que llevan más de diez años en el mercado, acaparan sólo el 12% del consumo total de fármacos, y ello pese a que su precio medio más de un 30% más bajo que de las marcas comerciales. El empleo de genéricos se concentra en grupos terapéuticos que coinciden con los medicamentos más prescritos para prevención cardiovascular (enalapril, simvastatina), en digestivo (omeprazol), analgésicos (paracetamol, ibuprofeno) y antibióticos (amoxicilina). Los seis principios activos mencionados acumulan el 60% de los genéricos prescritos en el país. Analgésicos, a la cabeza Los analgésicos antipiréticos son, con gran diferencia, los medicamentos más consumidos en España, con una media que supera los 45 millones de envases al año. Le sigue, por este orden, los tranquilizantes (27,5 millones de envases), y los antiinflamatorios y antirreumáticos no esteroideos (27,2 millones). Los siete puestos restantes de los diez grupos terapéuticos más consumidos en España los ocupan, por este orden, los fármacos para reducir la tensión arterial, los mucolíticos y expectorantes, los fármacos para proteger los vasos sanguíneos de la acumulación de grasas, los broncodilatores y antiasmáticos, los antagonistas del calcio para prevenir cardiopatías, los antibióticos y, por último, las calcitoninas, para prevenir la osteoroposis. No obstante, por coste son los medicamentos usados para reducir el colesterol los que más engordan la factura farmacéutica global ya que generan más de 600 millones de euros al año. Tras ellos, por gasto, se sitúan los fármacos contra la úlcera, los antidepresivos, los hipotensores, los broncodilatadores y los antiinflamatorios y antirreumáticos.