Uno de los acusados por las agresiones «neonazis» a una menor es un militar

El primero de los juicios correspondientes a las denuncias presentadas por la joven a la que agredieron varios jóvenes, de posible ideología neonazi según los primeros indicios, resultó suspendido como consecuencia de la no comparecencia de uno de los dos acusados, un militar que forma parte del contingente que mantiene el ejército español en Bosnia, según atestiguó el padre del mismo ante el juez. El acto duró apenas unos minutos, ante la contingencia, y el caso quedó aplazado hasta el próximo día 6 de junio, a las 11.00 horas, también en el juzgado de instrucción número 1 de León. Para entonces, el segundo de los presuntos autores de los hechos sobre los que se formula la denuncia, deberá presentarse sin remisión, a la vista de que su misión fuera de España concluye el día 31 de mayo. Caso de que no lo haga, el juicio se celebrará exactamente igual. El otro acusado sí se presentó ante el juez. La abogada de la acusación, a pesar de que la vista se declaró pública inicialmente, solicitó la exclusión de la prensa de la sala. Al término del proceso, que se retrasó 57 minutos sobre el horario previsto, uno de los familiares de la menor denunciante, significó que la adolescente agredida no reconoce a ninguno de los posibles autores de los hechos que le ha presentado la Policía en fotografías, en una primera ronda de reconocimiento. La familia considera que la agresión que ayer se juzgaba, ocurrida el 7 de diciembre de 2004, puede ser la que diera origen a las otras cuatro posteriores. Sin incidentes y en paz 300 personas acudieron a la convocatoria de manifestación contra los movimientos neo nazis recientemente aparecidos en León. Los asistentes guardaron la compostura en todo momento, según atestiguaron los responsables del cuerpo de Policía Nacional enviados a la zona, que únicamente tuvieron que intervenir cuando se produjo un tímido intento de acercamiento a la fachada principal de los Juzgados de León, abortado sin problemas por los efectivos policiales, que tampoco encontraron una resistencia especial. Dos pancartas contra la intolerancia hicieron patente la repulsa de los participantes ante los últimos acontecimientos. Los representantes oficiales del colectivo declinaron la posibilidad de realizar manifestaciones a los medios informativos, a modo de protesta por lo que consideran un mal tratamiento de la prensa en general a este tipo de asuntos. A título particular, sí se produjeron algunas declaraciones aisladas. Desde las once de la mañana empezaron a llegar los primeros manifestantes, congregados en las cercanías de la entrada al Juzgado, aunque apoyados en la barandilla del río, y con tono apacible durante el desarrollo del proceso. Una vez concluída la vista, los asistentes recibieron a la víctima de los hechos con especiales gestos de cariño.