Sesenta días de horror

Según el relato de los hechos formulado por la portavoz de la denunciante, el día de autos, la muchacha acudió en torno a las 11.00 de la mañana a los jardines del Paseo de la Condesa de Sagasta para realizar un reportaje fotográfico. En un momento dado, dos individuos, que a medida que se acercaban a ella, se taparon la cara, empezaron a gritar «¡Ahí está la guarra de Juventudes Comunistas!» tras lo cual, llegaron a su altura y le propinaron un puñetazo. Al temer por su integridad, la denunciante echó a correr y se escondió en las inmediaciones de las oficinas de una entidad aseguradora, desde donde pidió ayuda a su compañero sentimental. Subió a su domicilio, y fue trasladada al servicio de urgencias del ambulatorio. A posteriori, hasta en dos ocasiones más se sintió «seguida» en la calle. En una de las oportunidades, tuvo que utilizar un spray para ahuyentar a sus perseguidores y en otra un palo. A raíz de estos hechos, siempre según la versión de la familia, se iniciaron las amenazas al teléfono móvil, del tipo «Tus días se acaban, empieza la cuenta atrás» o «Prepárate, vas a morir». Se extendieron al teléfono fijo de casa, después de que cambiara de número en el celular y acabaron con la aparición de mensajes escritos en folios, que se introducían por debajo de la puerta de su domicilio. Las investigaciones policiales, no han logrado identificar las huellas que han aparecido en los escritos, aunque sí han esclarecido que parte de las personas implicadas en todo este asunto, proceden de fuera de León. El 17 de enero se produjo la última agresión. Golpeada en la cabeza con un bate de béisbol, la denunciante perdió el conocimiento, y en el suelo, los posibles autores de los hechos le grabaron una cruz gamada a punta de navaja en la piel de una mejilla.