El padre del militar acusado de la agresión neonazi defiende su inocencia
El padre del militar acusado de participar en la agresión a la joven de 17 años de León a la que agredieron e insultaron presuntos simpatizante neonazis que en una ocasión llegaron a grabarle una esvástica en la cara con una navaja defendió ayer la inocencia de su hijo, que este miércoles no compareció en el juicio de faltas sobre uno de los ataques sufridos por la chica porque se encuentra destinado en Bosnia. El progenitor del imputado aseguró a Ical que su hijo dispone de pruebas y testigos que evidencian que cuando se produjo la agresión él estaba en Orense por lo que es imposible que tenga nada que ver con esos hechos. Las manifestaciones de Carlos G. van más allá al reconocer que su hijo perteneció en su día al movimiento anarquista y que, posteriormente, y siempre vinculado a formaciones musicales, pasó a ser simpatizante de grupos de ideología radicalmente opuesta y vinculada a la estética skin y a colectivos neonazis. Sin perdón Este cambio de postura no fue perdonado nunca por sus ex compañeros anarquistas según Carlos, que asegura además que desde entonces, y a pesar de que su hijo abandonó esas relaciones antes de ingresar en el Ejército, éste ha recibido graves amenazas y ha sido agredido en más de una ocasión. El padre del militar imputado relató a Ical un episodio ocurrido en la primavera del 2003 cuando en el domicilio familiar aparecieron unas pintadas con un texto que amenazaba de muerte al joven y con un dibujo del símbolo del movimiento anarquista. Unos hechos que fueron denunciados ante la Guardia Civil y que no fueron más que el inicio, según el testimonio de Carlos G. de una serie de ataques. En una ocasión unos amigos del militar y él mismo se enfrentaron a un grupo de personas que les acorraló cuando salían de una piscina. La pelea tuvo como consecuencia la presentación de denuncias y el inicio de un proceso judicial que aún no ha concluido. Carlos G. ha querido dar su opinión a la espera del juicio previsto para el día seis de junio porque considera que su hijo se ha visto sometido a un «linchamiento público». Asegura con rotundidad que están «en contra de unos y de otros y me parecen reprobables las agresiones que ha tenido esta chica y las de mi hijo».