Una comida «con bacalao»

«Ni se me había pasado por la cabeza, hasta que en una comida de amigos con Nacho Tejera, el amigo Pacogú (por el concejal del PSOE Francisco Gutiérrez) nos preguntó que qué íbamos a hacer con Lagun Air, y esos amigos al final nos han metido en un bacalao descomunal». Así describía el empresario Santos Llamas el germen de la operación que el jueves concluyó en la compra de la aerolínea leonesa. El presidente del Consorcio del Aeropuerto, Juan Martínez Majo, pidió perdón por haber tenido que mentir para garantizar la discreción que requeían las negociaciones, y también agradeció el interés que mostraron otros empresarios con los que se negoció, aunque finalmente no se llegó a un acuerdo. También reconoció haber mentido al respecto Llamas Gil, incluso a los socios de Agelco, que aseguró que se enterarían ayer de la operación a través de la prensa. «Alguno sospecharía algo cuando de repente me llamaba Pacogú y decía: Voy volando », ironizó. El portavoz de los tres inversores que han tomado la iniciativa destacó la dureza de las negociaciones, que concluyeron después de dos días enteros haciendo números encerrados en un hotel junto al anterior propietario, José Miguel Sáez. Llamas explica que tienen 1,3 millones de euros en previsión para mantener la compañía, para cuyo funcionamiento hacen falta entre 600.000 y 800.000 euros (el contrato con el consorcio les aporta 241.600 euros al mes), al tiempo que pide el apoyo de toda la sociedad leonesa «para salir de este bacalao en el que nos hemos metido».