Asaja exige que se liciten de inmediato los ramales de los canales alto y bajo de Payuelos
En torno a la publicación de acuerdos de concentración de payuelos, Asaja exige que en los próximos días, y sin más demora, se publique el correspondiente a las siete demarcaciones restantes, con lo que dentro de un meses, y siempre que los recursos presentados sean inferiores a un 5% de propietarios, la Junta puede iniciar los trabajos de amojonamiento y trazado de caminos para poder entregar la nueva propiedad en el mes de septiembre. Este compromiso se alcanzó con Asaja y con la comunidad de Regantes de Payuelos en julio del pasado año, y con estas previsiones cuentan los agricultores de la comarca. Este proyecto de concentración parcelaria que está a punto de convertirse en una realidad, afecta a 61.800 hectáreas y a 11.500 propietarios, y se reducirá el número de parcelas de las 73.000 actuales a 18.700, a la vez que se inicia el proceso de transformación en regadío en unas 40.000 hectáreas, de las cuales 22.000 están incluidas en el Plan Nacional de Regadíos Horizonte 2008. Asaja exige en un comunicados de prensa que se licite de inmediato el ramal del Cea del Canal Alto de Payuelos, así como el Canal Bajo de Payuelos, infraestructuras sin las cuales no se podrán desarrollar los regadíos. Estas infraestructuras están «en suspense» desde el cambio de Gobierno, lo que no hace sino sembrar más dudas sobre la vigencia o no del Plan Hidrológico Nacional y el Plan Nacional de Regadíos. Documento veterinario El sindicato Asaja criticó también que el Ministerio de Agricultura, continúe sin cumplir su compromiso de eliminar el certificado veterinario, siete meses después de que se presentara el proyecto de ley por el que este requisito quedaba prácticamente suprimido. La organización apuntó que sigue pendiente de aprobación la orden ministerial del Departamento de Agricultura para eliminar el certificado veterinario. «El compromiso contraído por los responsables del MAPA sigue siendo papel mojado y a los ganaderos se les mantiene la obligación de cumplir con un requisito absurdo que no responde a ninguna necesidad real», aseveró. Asaja recordó que el origen del certificado veterinario es el Real Decreto de diciembre del año 2000 que regulaba el programa integral coordinado de vigilancia y control de las Encefalopatías.