TRAYECTORIA DEL RETABLO
Una pieza que el pueblo adquirió en el año 1803
La historia del retablo de la iglesia de Santo Tomás de la localidad de Arenillas de Valderaduey es larga e intrincada. El conjunto diseñado por los maestros de Carrión Manuel Salcedo y Juan Bautista Pérez en el año 1657 tuvo su primer destino en el templo de Sahagún, para el que había sido elaborado específicamente. La adquisición a inicios del siglo XIX de un nuevo retablo para adornar la parroquia de la localidad cabecera de comarca fue aprovechada por el cura de Arenillas de Valderaduey, don Manuel María Uriarte, en 1803 para su iglesia. De esta manera, la Cofradía de San Juan de Sahagún vendió el conjunto escultórico al pueblo cercano, después de que diera su conformidad el obispo, Pedro Luis. El retablo ha permanecido desde esa fecha en la parroquia de Arenillas de Valderaduey, cuyo patrimonio se ha visto expoliado ya en dos ocasiones. Los vecinos esperan que este legado se recupere por la importancia histórico y emocional que tiene.