Que pase el siguiente: Y ya van quince ediles del PP

Antonio Geijo, jubilado, número 27 de la lista electoral diseñada por el PP en mayo del 2003, gana un puesto más en el escalafón para conseguir un sitio en el arco político del gobierno del Ayuntamiento de León. De momento, tras la renuncia de Marina Lamelas, ya ha llegado el turno hasta el aspirante 15, pero al ritmo de goteo que siguen los populares en estos últimos 21 meses quizá haya tiempo para mostrar algo más de la amplitud de la plantilla. Cosa extraña sería, pero a nadie se le hubiera ocurrido tampoco en aquellos albores del mandato municipal que Cecilio Vallejo, concejal franquicia , o Manuel Martínez, fichaje estrella , abandonaran el cobijo de la política por sus obligaciones profesionales -uno para trazar planos y otro parábolas con una bola, respectivamente-, ni que, ya dentro del equipo de gobierno, Marina Lamelas engordara la nómina y se bajara también del barco. Para suplir a aquellos paladines entraron Cristina Gómez y Teresa González -en ese orden-, dos de las apuestas jóvenes de Mario Amilivia en su tercer capítulo como cabeza de lista municipal y justo la franja en la que se delimitaba el horizonte de la mayoría absoluta: 14 son multitud en León. Y ahora, el turno pasa en voz alta el nombre de Sonia Alonso para recibir medalla y encomendaciones -presumiblemente las de Comercio y Consumo-, a partir del pleno municipal del próximo viernes. La actual jefa de relaciones institucionales del Ayuntamiento, periodista de formación y estudiante de protocolo, tendrá así la oportunidad de aunar esfuerzos en la demostración de que los más jóvenes no convierten el equipo de gobierno en bisoño sino en fresco, como se encargan de reiterar cada vez que la oposición tira chinas en su camino. Por si acaso hay más sorpresas de aquí al final del trayecto, espera en la recámara Elena Alonso, secretaria de grupo en el consistorio y una de las apuestas de Nuevas Generaciones hechas por Isabel Carrasco para la ejecutiva provincial del partido. Aunque deberá hacer voto de tranquilidad, los concejales de UPL y PSOE se entretenían ayer ya en hacer predicciones de futuro -ellos, para quienes el presente se les rebeló muy largo- sobre quien será el siguiente. Algún osado, incluso, por los pasillos del consistorio, razonaba la decisión de Marina Lamelas con un esquema muy leonés: «No hay que confundir jinete con montura».