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CERTAMEN

«No queremos basuras», el tercer finalista del concurso de redacción

Publicado por
Juan Luis Rodríguez Pérez 3º de Educación Primaria CRA Maestro Emilio Alonso de Lorenzana león
León

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Un día salí con mi familia de viaje, y llegamos a un pueblo, no recuerdo muy bien cuál era su nombre. Bajamos del coche para visitarlo y nos encontramos con un pueblo desastroso, donde todas las calles estaban llenas de basura. La gente tiraba todo por todas partes, no se podía caminar porque olía fatal. El pueblo tenía unos monumentos preciosos pero al estar tan sucio nadie los visitaba. Ibamos caminando cuando nos encontramos con un señor y le preguntamos por qué estaba todo tan sucio, él nos contestó que hacía mucho tiempo ese pueblo era muy visitado por gente de todos lugares, cercanos y lejanos, los de lejos venían a ver los monumentos y los de cerca a bañarse en su hermoso río. Más que un pueblo, un basurero Entre unos y otros lo habían llenado todo de basura hasta que el pueblo quedó convertido en un basurero, porque nadie lo limpiaba. Ahora todos estaban tristes porque nadie lo visitaba. Entonces, mi familia y yo, le dijimos a esa persona, que era el alcalde del pueblo, que si nunca había oído hablar de la regla de las tres «erres», le explicamos de qué se trataba y él muy amable nos invitó a quedarnos en su casa para ayudarle. Empezamos a movernos y al día siguiente en las calles había contenedores de todos los colores para todo tipo de basura, en los alrededores de los monumentos y del río pusieron papeleras. Toda la gente del pueblo, al ver los contenedores, empezó a limpiar todas las calles. La gente al ver el pueblo tan limpio, se puso muy contenta y celebró una fiesta a la que estuvimos invitados por haberles ayudado a recuperar el pueblo. Desde entonces todos los años vamos a visitarlo y está limpísimo y lleno de gente que va a visitar sus monumentos y a bañarse en su río.