«Me libró de la bala que en ese momento estaba con el móvil»

No quiere pararse a contar cuántas veces ha relatado los hechos en lo que va de día, porque entre los familiares por la mañana, los medios de comunicación por la tarde «y lo que me queda para mañana todavía» casi no ha hecho otra cosa. Así que Susana Carretero, una asturiana que regenta en La Felguera un videoclub, única persona que resultó herida en el incidente del domingo en la AP-66 ya sabe de memoria el discurso. «Yo iba atrás, en el penúltimo asiento. El último lo tenía mi marido, y justo en el momento en el que me iba a poner a hablar por teléfono, escuchamos una estampida que vino por detrás y reventó el cristal». No podría negar su procedencia, ni aunque quisiera. Con total acento astur, todavía recuerda que el propio móvil le trajo una notable dosis de suerte: «Si no llego a ir hablando, no sé que me habría pasado. La bala hizo el agujero justo delante de mí, pero me protegió que, al llevarlo pegado a la oreja, la herida la llevó la mano derecha, que era la que me cubría la parte por donde entró. Lo que tengo en el párpado del otro ojo, es de restos del cristal también, pero esos deben ser de los que saltaron. Los de la mano son los que traía la propia bala». «Ya sabíamos quién era» Tenía conciencia de que el autor del disparo había sido identificado ya «casi desde que salimos de León, porque por las investigaciones que hizo la Guardia Civil allí, en el momento, estaba claro que ya tenían idea de quién había sido, pero sí, sí, ya nos han dicho que está identificado». Aprovecha para lanzar un alegato en favor de la seguridad generalizada: «Claro que espero que no vuelvan a pasar estas cosas, pero lo que tienen que hacer por ahí, por la zona esa de Castilla es poner las leyes más duras, para que los cazadores, si quieren seguir cazando, tengan un poco más de cuidado, porque ésto no puede volver a pasar más veces». Está agradecida del trato que recibió en León: «Nada, en cuanto llegamos al centro de salud, me curaron y la verdad es que todo fueron atenciones y amabilidades de todo el mundo, pero el susto no te lo quita nadie, y eso que venía mi marido conmigo». El autobús en el que se produjo el incidente, había salido de Madrid a las 8.00 de la mañana, y el resto de pasajeros cubrió el trayecto posterior en otro autobús dispuesto por la empresa. Susana y su marido llegaron a La Felguera en taxi. Hoy toca seguir alquilando películas de video. Las de suspense, ahora sobran.