El icono que los indígenas adoraban como si fuera un trozo del sol

Hasta 1576 no se descubrió que las herramientas metálicas con la que trabajaban los indígenas, no eran sino restos del propio meteorito, que aunque inicialmente se habían considerado como trozos del sol, que habían caído del cielo en plena rotación del astro rey, se hacían servir para las necesidades diarias de aquellos tiempos. Y eso que la velocidad de caída de estos asteroides está en torno a los 40.000 kilómetros por hora. Un meteorito de la misma composición que el que se exhibió ayer, fue responsable de la desaparición de los dinosaurios. La diferencia estriba en el tamaño. Aquel andaba en torno a los 10 kilómetros de diámetro.