Los expertos aseguran que es la renovable que más rápido está creciendo en todos los países
La energía eólica, la electricidad limpia que nos regala el viento
Se produce con modernos molinos de viento que transforman la potencia con turbinas
El actual modelo energético que utilizamos, basado en la quema de combustible y la energía nuclear, contamina mucho y por eso han surgido otros métodos alternativos, llamados energías renovables, que utilizan la fuerza de la naturaleza -bien sea la del sol, el viento, el agua, etcétera- como fuente principal. De esta forma, se contamina mucho menos. Aunque todavía no son utilizadas de forma general, el empleo de las energías renovables se va introduciendo poco a poco y cada vez es más frecuente ver, por ejemplo, parques eólicos en explanadas o paneles solares instalados en algunos edificios. La comunidad internacional ha reaccionado, por fin, a la grave situación de contaminación del Planeta y ha puesto solución a alguno de los problemas ambientales de nuestros días, como es el de la energía. Uno de estos métodos productores de fuerza es el viento, lo que se conoce como energía eólica. Seguro que todos hemos visto alguna vez un molino de viento, como los que aparecen en la obra de Don Quijote de la Mancha y que son muy típicos en esa región. Pues bien, esos molinos, que se utilizaban para aprovechar la fuerza del viento que hacía mover sus aspas, son la versión antigua de los actuales molinos que forman los parques eólicos. si bien los últimos funcionan con aerogeneradores. Los expertos aseguran que la eólica es la energía renovable que más rápido está creciendo y es que son muchas sus ventajas. Un viejo descubrimiento Si nos paramos a reflexionar, nos daremos cuenta de que una forma sencilla de utilizar la fuerza del viento es la navegación a vela. Las velas de un barco la utilizan para hacer que éste se mueva y se emplea desde tiempos remotos, lo que nos indica que ya se conocían sus beneficios a pesar de que no estaban demasiado explotados. Los egipcios, los fenicios y más tarde los romanos tenían que utilizar también los remos para contrarrestar una característica esencial de la energía eólica, su discontinuidad. Efectivamente, el viento cambia de intensidad y de dirección de manera impredecible, por lo que había que utilizar los remos en los periodos de calma o cuando no soplaba en la dirección deseada. Hoy, en los parques eólicos, se utilizan los acumuladores para producir electricidad durante un tiempo, cuando el viento no sopla. La importancia de la superficie Otra característica del viento es que genera más energía cuanto mayor sea la superficie sobre la que se genere, es decir, cuantas más velas tenga un barco, más rápido va a navegar, cuantos más molinos haya en un parque eólico mayor será la fuerza que ellos recojan. Sin embargo, este aspecto también tiene un límite, ya que en el caso de los barcos el excesivo número de velas podría hacerle volcar, al igual que en los molinos, cuya limitación está en el terreno sobre el que se instalan, limitado por el urbanismo.