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¿Lapsus o desconocimiento?

María Jesús Ruiz volvió una vez más a generar confusión al asegurar que la Junta no era competente en este tema

Publicado por
F. Ramos / R. Masegosa - redacción
León

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Hay polémicas en las que nunca se sabrá qué fue antes, si el huevo o la gallina pero que, independientemente de eso, merecerán la pena si finalmente se puede decir aquello de: «bien está lo que bien acaba». Éste puede ser el caso del proyecto del Palacio de Congresos de León, propuesto por primera vez por la propia Junta si nos atenemos al contenido de la cartas enviadas al Gobierno, o asumido directamente por el propio José Luis Rodríguez Zapatero si nos limitamos a recordar las declaraciones efectuadas nada más terminar el Consejo de Ministros que se celebró en la capital leonesa el pasado 23 de julio del 2004. Después de eso, quedó clara la colaboración de ambas administraciones en la puesta en marcha de este proyecto, junto con al menos otros dos en la comunidad. Sin embargo, a partir de la reunión entre Herrera y el ministro Montilla, en noviembre del 2004, -en la que se conoce que la aportación del Gobierno será sólo de nueve o diez millones de euros-, surgen las primeras dudas que han desembocado en la actual situación de incertidumbre. En cualquier caso, la Junta acaba de garantizar la ejecución del Palacio de Congresos de León, con o sin la cofinanciación del Gobierno, lo que supone todo un paso adelante entre tantos «dimes y diretes». Una más Claro está que quien más confusión generó fue, de nuevo, la portavoz María Jesús Ruiz, quien llegó a negar que la Junta tuviera las competencias en esta materia cultural. Incluso, de sus palabras se deducía que el Ejecutivo autonómico sólo iba a construir los centros de Congresos que ya estuvieran en marcha y previstos en su programa electoral, lo que excluía al de León. No obstante, las competencias sobre los centros culturales de interés para la comunidad, (que no sean titularidad del Estato), son exclusivas de Castilla y León, así como lo son el fomento de la cultura y del desarrollo económico, según reza el artículo 26 del Estatuto. Lapsus o no, Ruiz estuvo a punto de endosarle al Gobierno una competencia que, independientemente de quien lo hubiera prometido antes, es exclusiva de la comunidad.

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