El dos por uno dificulta la venta de cupos en poder de algunas empresas
El mercadeo con los cupos de leche había entrado en algunos casos en una espiral de especulación que parecía imposible de reconducir. Si el plan de reestructuración, el dos por uno, logra echar freno a la vorágine de precios lo agradecerá la parte más débil del sector, el amplio porcentaje de ganaderos que sin aumentar su asignación encontrarían serios problemas para competir frente a los grandes productores. Ese porcentaje de explotaciones diana -con menos de 225.000 litros en la actualidad- pueden celebrar las prebendas proteccionistas que encontrarán cuando vayan a partir del 1 de abril a comprar más cupo al fondo de reserva; mientras, algunas empresas lácteas luchan contra el tiempo para desprenderse de cupos que suman millones de litros. Su problema es encontrar un comprador en puertas del nuevo plazo anunciado por el Gobierno con condiciones ventajosas de venta difíciles de igualar; entre el beneficio añadido está la garantía del capital íntegro del ganadero que asistirá a una compra a un precio mucho más reducido que el que se pagaba hasta la fecha por un cupo lácteo. Las posiciones El plan lácteo suma muchos más adscritos que detractores; en el primer grupo los hay (la federación de productores, Feplac) que presentan alegaciones encaminadas a ampliar el ámbito de las prebendas. También alaban la bondad del sistema, hasta el punto de pedir que se traslade a otros sectores agrarios pendientes de controles, cuotas o asignaciones. El secretario de Ugal, Matías Llorente, valora positivamente la medida: «La cuota va a ir al que produce; ataca el mercado negro y la especulación de intermediarios; además de tener en cuanta a los más pequeños, que también tienen derecho a competir» La Feplac llegó a exponer que «en las ventas de este fondo, no se discrimine a ninguna explotación por su tamaño». La intervención del Ministerio de Agricultura evitará que el cupo lácteo vuelva a superar los 0,60 céntimos kilo.