La insistente lluvia amenaza las buenas perspectivas de las estaciones de esquí

La lluvia y los vientos racheados están causando problemas en las estaciones de esquí de la provincia y en el vecino enclave invernal de Pajares. La inestabilidad climatológica de esta Semana Santa amenaza las buenas perspectivas de visitantes y movimiento económico a través de la hostelería de estas zonas de montaña, que tras las intensas nevadas de las últimas semanas auguraban una Pascua histórica en cuanto al número de esquiadores y las condiciones de las pistas. San Isidro se vio obligada a cerrar la mayoría de sus remontes de la zona alta el lunes, mientras que ayer abrió catorce kilómetros -15 pistas-, sin poder poner en funcionamiento el área de Riopinos y teniendo que parar en algún momento de la jornada medios mecánicos por el fuerte viento. También la lluvia y las altas temperaturas de los últimos quince días han rebajado los espesores en un metro y medio, situándose entre los 60 y 250 centímetros de nieve. El tiempo dará hoy un respiro sin lluvia y las previsiones de la estación fijan la apertura de 18 kilómetros de pistas en Cebolledo, Requejines, Salencias y La Raya, aunque con la advertencia de que el viento racheado podría interrumpir en algún momento del día el funcionamiento de los remontes. Peor suerte tiene estas vacaciones Leitariegos, que ha estado cerrada los primeros tres días de la semana por los fuertes vientos y el temporal. La mejoría de hoy permitirá poner en servicio 2,3 kilómetros esquiables con cuatro pistas en el área alta de la estación lacianiega. Los espesores en este enclave se han reducido de forma drástica con la lluvia y el calor. Dispone sólo de entre 20 y 40 centímetros. Por lo que se refiere a Pajares, también ha perdido dos metros de nieve en la cota máxima y 10 kilómetros esquiables. Hoy abrirá 9 kilómetros -con 10 pistas- y unos espesores entre los 80 y 160 centímetros de nieve primavera.