Las heladas obligan a resembrar en las zonas remolacheras de León

Agricultores leoneses de las zonas de distintas zonas del Órbigo, Payuelos y de la vega del Esla ya han iniciado los trámites de partes de siniestros causados por las últimas heladas, principalmente sobre las plantaciones recién nacidas de remolacha. El descenso repentino de las temperaturas desde el pasado viernes -sobre todo las nocturnas- echó a perder la siembra de cientos de hectáreas de remolacha, una planta sensible a las bajas temperaturas en el periodo de nascencia. El único remedio a esta situación es resembrar los cultivos afectados por las fuertes heladas primaverales que han castigado la totalidad de la provincia leonesa en las últimas noches, un coste que enjugarán sensiblemente las pólizas agrarias suscritas este año por primera vez para cubrir siniestros en los primeros días del ciclo de cultivos: heladas, sequías o daños por inundaciones. En la organización agraria Ugal se teme por un incremento de los partes de daños en los próximos días. Boyante para el regadío Los efectos de las heladas contrastan con la sensación de abundancia que se prevé en el mes anterior al arranque efectivo de la campaña de riego (abierta oficialmente desde mediados de marzo). Los registros de agua embalsada anuncian otro año sin agobios para el abastecimiento de acequias y canales. Esta semana, por primera vez en todo el año hidrológico, el nivel del agua que retiene la presa de Riaño es superior al del año anterior en esta fecha (580 frente a 578 hectómetros cúbicos); mientras el aumento es también sensible en Los Barrios de Luna (276 hectómetros) o en el Porma (260). Villameca también se acerca al volumen que presentaba en la campaña anterior. Los pantanos de León reciben agua en cantidades que refrendan las previsiones de un año bueno. Inversión en la planta «bio» Nueve años después del cierre de la azucarera de Veguellina, la Junta ha publicado la orden de la puesta en marcha de una planta piloto para la obtención de bioproductos a partir de productos agrarios. El proyecto formaba parte de las promesas de reindustrialización alternativa para la zona, que perdió con la fábrica de azúcar su principal motor económico. El gobierno autonómico le encomienda al Instituto Agrario de Valladolid la construcción y puesta en marcha de la planta, que valora -orientativamente- en 8.404.345 euros. Se trata de experimentar con bataca y remolacha alcoholífera para lograr bioetanol, según se escribía en la promesa inicial. El sindicato Ugal pide a la Junta que demuestre si sus compromisos son efectivos «por tratarse de una necesidad urgente para el campo leonés, ávido de alternativas», resume Matías Llorente. Estos cultivos han de sembrarse en grandes superficies, algo de lo que carece la agricultura en el Órbigo.