Obtención de células vivas y réplicas de tejido
Una importante infraestructura de ultracongeladores (para almacenar muestras a menos de 80 grados bajo cero), campanas de esterilidad y criostratos garantizan que las muestras se podrán conservar en buen estado. Díez Tascón explica que de cada tumor (puntualizando que siempre se recogerán excedentes de diagnóstico) se guardan restos y se congelan «en las condiciones adecuadas para que el ARN no se degrade, fundamental para ver qué genes se están expresando en esas células». Estas muestras son válidas para estudios genéticos y, además, se almacenan restos celulares en bloques de parafina para estudios genéticos e histológicos, suspensiones celulares para efectuar estudios de citrometrías de flujo, es decir, para obtener células vivas y réplicas de tejido sano para poder realizar comparativas. El acceso a las muestras es exigente ya que los grupos científicos han de contar con un proyecto concreto avalado por un comité de investigación, todo ello bajo el cumplimiento de las normas éticas que marcan todo trabajo con tejido humano. El Banco de Tumores de León forma parte de la red autonómica que coordinan desde el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca y en la que estarán integrados servicios similares de Burgos, Valladolid, Salamanca y Miranda de Ebro. De momento únicamente dos de estos centros (el de León y uno de Valladolid) están recogido muestras tumorales.