Un edificio con un carácter «muy potente»
La Casa del Pueblo de Valderas es un edificio de corte industrial racionalista que durante décadas fue usado como cine. La reforma para su transformación en archivo y sede de la Fundación 27 de marzo se centra en de la sala principal de la principal que que podrá ser usada como biblioteca y sala de consulta también como salón de actos porque se mantiene el escenario. A ambos lados de la sala se disponen las estanterías de la biblioteca en doble planta, con acceso por escalareras y elevador. La rehabilitación actúa sobre el suelo inclinado y las humedades, pues está asentado sobre una laguna. En el vestíbulo se instala la recepción y sala de espera con un cortavientos. En el lado sur se crea un nuevo acceso para llegar a un archivo más cerrado y protegido porque es la zona donde guardarán los documentos más valiosos. Abren ventanales cegados con la doble intención de iluminar el espacio central y recuperar los patios. La fachada se realza con carpinterías de color rojo -el mismo de la sala- y una placa. En definitiva, destacó el aparejador, «mantenemos el carácter tan potente que tiene el edificio para una villa como Valderas, a la que le va a hacer mucho bien».