El temor a la escasez se asoma tras la consolidación del trasvase
Casi veinte años después del cierre de la presa de Riaño, una de las inversiones más cuantiosas relacionadas con la expansión de canales de regadío son los 60 millones de euros que se gastaron en abrir un canal para transportar el agua hasta la provincia de Palencia. «Una inversión que ya la querríamos en León para contribuir a la acabar con la precariedad de regadíos», ironiza Matías Llorente sobre el asunto. Recuerdan quienes participaron en la primera comisión de regantes que debatió con la CHD las condiciones de la cesión de agua del Esla al Carrión, que la medida se tomaba como una solución circunstancial mientras se optimizaban los recursos hidrológicos de Palencia; mejorar la cabida del pantano de cabecera del Carrión. La CHD liquidó esta semana esas hipótesis. A esta decisión llega la advertencia. Riaño no se ha vaciado nunca porque no ha sido necesario atender a 80.000 hectáreas. A saber, 24.000 en el Páramo; 11.000 en la margen izquierda del Porma y 44.000 en Payuelos. Más el trasvase. «Con escasez, ¿de que lado se pondrá la CHD? ¿Nos quedaremos sentados viendo salir el agua mientras se secan nuestros cultivos?», pregunta Llorente.