Una naturaleza limpia

El medio ambiente es importantísimo para nuestra vida. Los paisajes más bonitos, los ríos más cristalinos y los animales más distinguidos dan color, alegría e ilusión a nuestra vida. Un elemento fundamental a imprescindible del medio ambiente es el agua. El agua es muy importante para la vida. La necesitamos para las comidas, para beber, para lavarnos, para regar nuestros jardines, para que nuestras fuentes susurren a la naturaleza con sus manantiales... La vida acuática está llena de sorpresas. Los peces de distintos colores, los preciosos corales, y, por supuesto, los incontables misterios que guarda como un secreto muy personal... Últimamente se está poniendo enferma, porque los humanos somos muy crueles con ella y le arrojamos petróleo, ácidos, residuos destructores... ¡Qué regalo tan horroroso le hacemos! Sin duda alguna nadie quiere que este precioso bien se enferme: esto provocaría un caos inminente. Desaparecerían los ríos, se deteriorarían los mares, se morirían los océanos. Una tarde soleada de otoño, dando un paseo por la orilla del río, cuando ya atardecía, el agua me contó muy despacito con un suave y triste murmullo: - Me siento muy mal. Me han arrojado muchos residuos ácidos. Yo no puedo salir de mi cauce y no puedo quejarme a nadie. Tú que tienes esas piernas tan ágiles y que veo en ti un gran corazón, sal corriendo y dile a esas personas que me estoy muriendo, y que si ellos quieren recuperará mi salud. Quedé muy avergonzado al escucharla, y con voz muy tímida le prometí: - Te aseguro de verdad, de verdad, que voy a decirlo muy alto por las calles, en el campo, en mi colegio y voy a escribirlo en el periódico para que se entere toda la gente. - Otro día muy soleado, cuando el sol se iba retirando, paseando por la frescura del bosque me encontré un lince precioso. El lince me miró fijamente pero no me atacó porque tenía mucho miedo. Yo le dije con mucho cariño: - No tengas miedo, por favor. Misteriosamente el lince me contó: - Ahora los incendios nos dejan sin comida, los obreros construyen carreteras en nuestras casas y mi piel es muy codiciada por los cazadores furtivos. Me sentí muy avergonzado, porque no sé cómo arreglarlo. Pero quiero, desde estas ilusionada narración, que mi voz y la de las demás personas que quieran ayudar a la Naturaleza se oiga muy fuertemente. 1397124194 «Marzu y Abril, si nun la pagan al entrare, páganla al salire» ( Meses traicioneros en la meteorología) RECOGIDO EN CABRERA