Martínez: «Si es por la UPL, Oblanca se quedaría donde está toda la vida»

«La UPL tiene un morro que se lo pisa; votan en contra de la recalificación de terrenos, en tres ocasiones, para que Oblanca pudiera trasladarse a otro lugar y se construyeran viviendas, y ahora resulta que se erigen en defensores de los vecinos y en contra del matadero». Así salía al paso de la campaña emprendida por los leonesistas, en favor del cierre de Oblanca, el alcalde de San Andrés del Rabanedo, Miguel Martínez que, indignado, quiso recordar que, tanto PP como el UPL votaron en contra de la recalificación de los terrenos de Oblanca por considerarlo un «pelotazo urbanístico» y acusaron al equipo de gobierno de estar en connivencia con el propietario de la misma. «Si llega a ser por la UPL, Oblanca no se iría de ahí en la vida, entre otras razones porque si no pueden vender los terrenos no podrían hacer una fábrica nueva», señaló el regidor de San Andrés que recordó que fueron, precisamente los concejales de la UPL, los que más trabas pusieron a la hora de solucionar el problema de este matadero. El traslado Respecto al traslado hacia las nuevas instalaciones que la compañía está construyendo en Onzonilla, el alcalde señaló que desconoce «si se irán en junio o en septiembre» aunque recalcó que Oblanca desaparecerá de la carretera de Caboalles «gracias a nosotros». En cuanto a la fábrica actual insistió en que cumple con la normativa vigente y las instalaciones están perfectamente homologadas por la Unión Europea. Miguel Martínez puso en duda la recogida de un millar de firmas entre los vecinos y resaltó que la actitud de los concejales leonesistas se debe a «actuaciones políticas para intentar asomar la cabeza como pueden, porque no tienen otros argumentos». «Si los terrenos no estuvieran recalificados, si no estuvieran vendidos y no se construyeran viviendas, daría igual 1.000 firmas que 10.000; si esto lo hacen para recabar votos, los ciudadanos de San Andrés saben de sobra quienes han solucionado el problema», concluyó Martínez.