Once mil hectáreas ante el futuro

Propietarios y productores de las once mil hectáreas en las que se dividen las cuatro primeras fases de los terrenos que riega el canal de la margen izquierda del Porma pueden decidir mañana en asamblea si aceptan la reforma integral del sistema de regadíos, presentada como la última oportunidad para que perviva la agricultura en la zona más allá de la próxima reforma de la política agraria del Mercado Común. La asamblea valorará el acuerdo ya adoptado por la junta de gobierno de la comunidad de regantes, que hace dos semanas dio el visto bueno a la propuesta de mejora y modernización de los regadíos de acuerdo con el proyecto que realizó la Seiasa del Norte. Esta sociedad impulsa desde hace cuatro años el proceso de reforma de los regadíos con el fin de posibilitar una agricultura competitiva con las exigencias que esperan al sector a la vuelta de tres años. La comunidad de regantes de la margen izquierda del Porma se ha convertido en el centro de todas las miradas del sector. El paso que se dispone a someter a voluntad de la asamblea general se observa con gran expectación en todos los organismos que están involucrados en el proceso: el Ministerio de Agricultura (como impulsor y garante económico de la iniciativa, en un 40%) y la consejería de Agricultura (que financia un 20% de las obras). Las cuentas del proyecto ya están ultimadas. Estos son los cálculos de la Seiasa: para las once mil hectáreas (sin atomizar por sectores) se estima una inversión de setenta millones de euros; cerca de 30 correrán de cargo del organismo ministerial; 16 millones de la comunidad de regantes, 15 serán financiados desde Europa y otros 15 por la autonomía. La cantidad que corresponde a los regantes se financia a 25 años. El coste por hectárea y año es de 120 euros, en total.