El porcentaje más alto de las confusiones se deben a similitud de nombres de los fármacos
Campaña farmacéutica para evitar errores en la elección de medicamentos
Más de trescientas farmacias de León participaron en la recogida de datos en esta iniciativa
Los farmacéuticos españoles están llevando a cabo una campaña para evitar la confusión de los fármacos que es una de las principales causas de errores en los tratamientos. Como primera medida, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, en colaboración con el Instituto para el Uso Seguro de los Medicamentos (ISMP) en España, han creado la primera base de datos nacional recopiladora de 205 pares de nombres de medicamentos similares que pueden inducir a error en la dispensación por su similitud fonética o su ortografía. La campaña surge como segunda fase de un programa que bajo el lema «Uso seguro de los medicamentos» emprendieron los boticarios españoles y en el que se estudiaron los principales problemas surgidos con la medicación. Así, según los datos facilitados por el Consejo, se detectaron más de mil notificaciones de problemas de cierta entidad. Del estudio se dedujo que hay al menos 940 fármacos que, por su nombre, pueden generar confusión. De los errores registrados, un 67 por ciento se debieron a similitud ortográfica, un 9,3 por ciento al parecido fonético y un 23,7 por ciento a ambas similitudes. Hay, se concluye en el informe, 470 pares de nombres que pueden ser confundidos entre sí y de hecho en 322 de las parejas se produjo la confusión realmente. Por fortuna, en el 74% de los casos fue el farmacéutico quien detectó el error y sólo en uno de cada cuatro casos el medicamentos erróneo llegó al paciente. Siguiendo con la estadística, el 1% de los pacientes llegaron a tomarlo y tuvieron síntomas negativos debido a la toma. 5% de los ingresos Los problemas de una medicación incorrecta están detrás del 5% de los ingresos hospitalarios, destaca este estudio que propone por ello medidas correctoras que a la larga deberían llevar al cambio de denominación de algunas de las marcas comerciales de los principios activos. Las estancias causadas por estos problemas tienen un coste medio que supera los 2.600 euros, estiman los autores del estudio. Además de facilitar el listado como un instrumento de uso cotidiano, los impulsores de la campaña proponen una serie de estrategias y acciones definidas como establecer advertencias en el etiquetado y valorar los cambios de nombres de algunos medicamentos, por lo que los resultados de este trabajo serán remitidos al Ministerio de Sanidad y a la industria para que se busquen fórmulas que ayuden a reducir este problema. Ancianos, a la cabeza Apenas uno de cada tres ancianos conoce el nombre del fármaco que toma y es capaz de repetirlo sin problemas se deduce de un estudio realizado por un equipo de Atención Primaria en Madrid pero que sería extrapolable al resto de la población. El informe concluye que los pacientes conocen, en mayor porcentaje, la dosificación que han de tomar de cada preparado y su indicación, aunque no sabrían decir la composición. El estudio revela que son las mujeres sin estudios, polimedicadas y que viven con algún familiar las que más problemas tienen para identificar las medicinas que les han prescrito.