| Reportaje | Desde Gijón y Oviedo |
Una operación con muchas detenciones
El arresto en La Bañeza se relaciona con una red de distribución de cocaína desarticulada hace un mes en Asturias
La falta de datos sobre la operación del Cuerpo Nacional de Policía en La Bañeza llevó a que, en un principio, se pensara en que el hecho podría encuadrarse en la operación Cantábrico, que se ha desarrollado esta semana, en la que se encontraron 25 kilos de cocaína en bloques de granito y se desarticulaba una red dedicada al tráfico de estupefacientes por la cornisa Cantábrica. Sin embargo, fuentes cercanas a la investigación reconocieron ayer que la detención de La Bañeza es el resultado de una actuación conjunta entre la Policía Nacional y la Guardia Civil. Ambas fuerzas de seguridad habían bautizado a sus pesquisas como Potera y Carambolo, respectivamente, de la que se informó hace alrededor de un mes. En total, el grupo de estupefacientes de la Policía Nacional de Gijón y las comandancias de la Guardia Civil de Oviedo y Gijón detuvieron a 34 personas, a las que se suma ahora el arresto de La Bañeza. Las pesquisas comenzaron en el mes de noviembre, cuando se detectó un importante foco de venta de drogas. Según los resultados de la investigación, la droga llegaba de Madrid y se distribuía de manera especial por las cuencas mineras. En Campomanes En un principio, las fuerzas de seguridad interceptaron un vehículo en el peaje de Campones de la autopista del Huerna. Posteriormente se incautaron 24.000 euros, documentación falsa, vehículos de gama alta, teléfonos móviles, una pistola y sustancias para alterar la cocaína. La investigación permitió clausurar el laboratorio que suministraba la droga desde Madrid.