La paz social aparca la crítica al Gobierno y suaviza las demandas de los sindicatos

Los sindicatos no admitirán el abaratamiento del despido, pero no es el momento de lanzar críticas al Gobierno y sí el de abrir un camino a la esperanza, según dejaron claro los secretarios generales de CC.OO .y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, en su intervención pública tras la manifestación del Primero de Mayo. El impasse obedece a dos razones. Una a que desde que llegó el PSOE a La Moncloa ha habido «avances históricos»y otra a las reformas que se avecinan, que deben aplicarse con acuerdo. Este paréntesis no impidió que el líder de UGT advirtiera (sin nombrarles) a compañeros de partido dirigentes de autonomías, que los sindicatos lucharán contra la transferencia de la Seguridad Social, «sistema solidario entre territorios, generaciones y trabajadores». Por lo demás, la marcha contó con muy poco público, a lo que sin duda ayudó el tiempo veraniego que reinó en la ciudad. Sólo los incondicionales se sumaron a la manifestación. Los organizadores apuntaron 25.000 participantes, sin embargo los asistentes fueron muchos menos. La policía rebajó la participación a entorno las 5.500 personas. En Castilla y León unas 7.000 personas, 12.000 según los sindicatos, acudieron a las doce manifestaciones convocadas en las nueve capitales de provincias y Aranda de Duero, Miranda de Ebro y Medina del Campo. La manifestación más numerosa fue la de Valladolid, con unas 3.000 personas, en la que participaron los líderes regionales de CC.OO. y UGT, Angel Hernández y Fermín Carnero, que se mostró especialmente criticó con la patronal Cecale, a la que llamó «grandiosa burbuja de la nada», si bien también arremetió contra la Junta de Castilla y León y su presidente. Hernández destacó la necesidad de revisar el Pacto de Toledo para garantizar a 30 años el sistema público de pensiones y de elaborar una Ley de Dependencia, anclada en la Seguridad Social, antes de que acabe la presente legislatura. Los únicos incidentes se produjeron en Palencia, cuya marcha estuvo marcada por la ausencia de banderas de ambos sindicatos.