La margen izquierda del Porma asegura sus regadíos para otras cuatro décadas Llorente: «Que los que vengan nos juzguen por lo que hemos hecho»

Ochocientos agricultores que riegan sus fincas con el canal de la margen izquierda del Porma decidieron ayer, en asamblea, y por mayoría incontestable, sumarse a la modernización de 11.000 hectáreas de regadíos y acometer una reconcentración de parcelas. El acuerdo, que sólo encontró oposición en tres abstenciones, viene a ratificar uno previo de la junta de gobierno de la comunidad de regantes que había dispuesto sumarse al convenio con la Seiasa del Norte, organismo impulsor del proyecto de modernización que significa transformar el sistema de riego convencional por uno de aspersión; una revolución que permite asegurar cultivos competitivos para 40 años. El presidente de la comunidad de regantes, Matías Llorente, explicó a los propietarios y agricultores afectados por el proyecto de renovación -que va a suponer una inversión final que ronda los 70 millones de euros- el punto de desarrollo del proceso que ha llevado a negociaciones con la administración autonómica (que se hará cargo de la concentración y financiará casi una quinta parte del coste de los regadíos), con el organismo ministerial Seiasa, que responderá con un 40% de la inversión, y con los ayuntamientos, que en su mayoría respondieron a la petición de solicitar el reagrupamiento de fincas en los distintos términos municipales. A finales de este mes los comuneros decidirán cómo acometen la renovación de estructuras en cada uno de los sectores. Antes, firmará el convenio la ministra de Agricultura, Elena Espinosa. Matías Llorente, presidente de la comunidad de regantes que se va a someter a una inversión millonaria para reformar las estructuras de regadíos que se van a quedar obsoletas frente a la reforma de la PAC, se mostró satisfecho por la respuesta de los agricultores: «Se ha despejado y desenmascarado la información segada que algunos han intentado hacer creer para detener este proceso», dijo. Y recordó que se trata de una oportunidad para la generación venidera. «Creo que es nuestro deber; que nos juzguen por lo que hemos hecho, no por lo que dejamos sin hacer», dijo.