Mil vueltas para llegar al punto de partida

La historia de Antibióticos en manos de sus dueños italianos ha sido un sinvivir, especialmente desde que la multinacional pasó por un proceso de compra y disgregación que llevó a los leoneses a formar parte de Sir Fidia. El desinterés por el grupo químico y las enormes dificultades económicas y de inversiones que ya arrastraba la factoría se convirtieron en un rosario de retrasos en la puesta en marcha de los negocios viables y amenazas de despidos masivos. Los dos últimos meses han sido especialmente desazonadores para los trabajadores, aunque la mediación de la Junta y la determinación de Suan Farma parecían lanzar un rayo de esperanza sobre un futuro que había sido demasiado negro demasiado tiempo. En marzo Sir Fidia amenazó con librarse de la mitad de los trabajadores si no había una oferta seria de compra; e inmediatamente Suan Farma, comercializadora de productos y materias primas para la industria farmacéutica y veterinaria, mostró su interés por la factoría. Inició una auditoría y se dio dos meses para formalizar su oferta, siempre con la tutela de la Junta y la discrección pedida por las partes. El viernes, Sir Fidia volvió a dar carpetazo a una operación que parecía llegar a puerto.