«Estuvimos a punto de rendirnos», asegura un habitante de Portilla

Texto A algunos vecinos de la montaña les preocupa que la opinión pública se alarme por la mortalidad registrada durante el invierno entre los animales salvajes de las reservas de caza y no repare en las condiciones en que pasaron el invierno los pocos habitantes que quedan en los pueblos. «Estuvimos a punto de rendirnos», subraya un vecino de Portilla de la Reina, localidad en la que durante el invierno sólo quedan 25 personas a pesar de que el número de empadronados es del doble. «Nos tuvimos que arreglar solos para retirar la nieve del pueblo con el tractor y los niños han perdido más de 20 días de clase, porque tienen que bajara Boca de Huérgano y a la mínima el transporte escolar queda suspendido». «Otros ocho días los niños bajaron a clase porque les llevaron en coches particulares sus padres y sus madres», agrega. «Somos las personas las que tenemos mayor peligro de extinción» en la montaña.