Juicio a un menor acusado de robo con intimidación en Papalaguinda

Un juzgado de lo penal de León pasará vista oral el próximo a un supuesto caso de robo con intimidación, por el que se pide un año de prisión para I.B. menor de edad en la fecha de los acontecimientos que se juzgan, sin antecedentes penales conocidos, y un año y diez meses para A.A.. Los hechos que se juzgarán tuvieron lugar el 27 de julio de 2.000. Sobre la una de la madrugada, según las pruebas periciales, el primero de los acusado abordó por la espalda a M.F.N. a la altura del Paseo de Papalaguinda y amenazándole con una jeringuilla le gritó: «¡Dame el dinero que llevas si no quieres quedarte en el sitio!». El otro acusado, a la vez, le colocó una navaja en el costado y voceó: «¡Dame el dinero o te dejo tieso!». La víctima entregó lo que llevaba de valor en ese momento, un teléfono móvil y un bocadillo. El aparato le fue devuelto en el acto y posteriormente, los imputados se dieron a la fuga, llevándose sólo el bocadillo. Posteriormente denunció los hechos ante la Policía Local, que detuvo a los supuestos autores de los hechos y les dejó en prisión entre los días 28-VII-2000 y 3-VIII-2000. Además de las penas de prisión en cuestión, el fiscal exige el pago de las costas procesales y la indemnización por el valor del bocadillo. La defensa pide la libre absolución de sus defendidos. Por agresión a un policía A.S.B. mayor de edad y sin antecedentes penales, tendrá que hacer frente a un delito de atentado, una falta de orden público y una falta de lesiones a consecuencia de una agresión a un policía local que, el día 23 de febrero del 2002, a las 2.30 horas, estaba realizando un control de alcoholemia. El ministerio fiscal solicita una condena de un año y tres meses de prisión por el delito, 20 días de multa a razón de 6 euros diarios por la primera falta y tres arrestos de fin de semana por las lesiones. Según el informe del fiscal, el imputado, acompañante de un vehículo a cuyo conductor se estaba sometiendo a una prueba de alcoholemia, gritó al agente: «¡Sois unos atracadores y unos chulos!». El miembro de la patrulla policial le invitó a que se fuera a casa, momento en el que le propinó un puñetazo en la boca, supuestamente, a resultas de lo cual, se rompió también el etilómetro que usaba, valorado en 238 euros. El imputado permaneció en prisión entre los días 23 y 27 de marzo.