Un ejemplo de solidaridad

Más de doscientas personas, entre escolares y padres, participaron ayer en la décima edición de la Marcha Solidaria que organizaron las oenegés leonesas Entreculturas y SED (Solidaridad, Educación y Desarrollo). A las once de la mañana, los alumnos de los colegios Maristas San José, Martistas Champagnat y Jesuítas partieron de la rotonda de La Palomera portando carteles y pancartas en las que se hacía un llamamiento a la solidaridad a los políticos y a la sociedad en general. Paco Vallverdú, uno de los organizadores de la marcha, comentó que fue «un gran éxito, porque el tiempo nos ha respetado y, la verdad, es que esperábamos menos personas que las que finalmente han participado». Por un mundo más justo El objetivo fundamental de la puesta en práctica de este recorrido, englobado en todo un plan de sensibilización y acercamiento de la población escolar de León a los problemas de injusticia y a las diferencias entre Norte y Sur, fue reivindicar un mundo más justo y para exigir un compromiso con los pobres de la tierra, tal y como explican desde las oenegés organizadoras del evento. Hacia las 13.00 horas, las 220 personas que, aproximadamente, componían la marcha, llegaron a la plaza de Botines -después de pasar por varias calles de la capital leonesa como Pendón de Baeza, la plaza de Santa Ana u Ordoño II-. Allí leyeron un manifiesto en el que se resumía el por qué de la marcha, «para pedir, entre otras cosas, que los políticos se impliquen en el desarrollo de los países más desfavorecidos», puntualizó Vallverdú. El dinero recaudado en la marcha, de siete kilómetros de recorrido, se destinará a la construcción de una nueva escuela en Zambia y a la mejora de la educación y de la inserción laboral de jóvenes de Liberia.