La buena iluminación vial reduce un 30% el riesgo de accidentes de tráfico

Zanjado el tema de la conveniencia artística -con matices e interpretaciones según gustos- y la incidencia en el rendimiento y salud de las personas, el Congreso Internacional de Iluminación habilitó ayer un espacio para el diálogo sobre la relación entre la materia centro del debate y la circulación del tráfico. Y como los datos ayudan a superar subjetividades, el presidente del Consejo Internacional de Iluminación (CIE), Wout Van Bommel, acudió a un informe de reciente diseño en Bélgica para refrendar que una mejora de los sistemas de iluminación viaria, tanto en tramos urbanos como en carreteras de comunicación de localidades, ha desencadenado un descenso del 30% en los accidentes de circulación; al tiempo que su bajada en los siniestros graves y mortales se ha hecho aún más significativa: un 50%. La reflexión de Van Bommel abundó en la necesidad de que las ciudades potencien redes semafóricas de regulación dinámica para racionalizar el consumo. «En algunas ciudades se ha apostado en los últimos tiempos por un sistema en el que el disco sólo esté en rojo el tiempo necesario, con lo que se guarda la seguridad, no se interrumpe la circulación más de lo requerido y se gana en fluidez», apuntó el presidente del CIE, convencido de que «no se trata de aumentar los niveles ni los puntos de luz sino estudiar cuáles son los ideales». La relación directa entre ahorro energético y descenso monetario de los gastos de mantenimiento también fue reseñada por el holandés, que se congratuló de que «los expertos han apostado por sustituir las tradicionales luces incandescente por la tecnología de los leds : diodos emisores de luz». Van Bommel defendió este tipo de producto -que capitalizó el espacio de las ponencias de la segunda jornada del congreso- y su introducción en las rutinas de las corporaciones. «Las luces tradicionales tenían un consumo energético muy elevado y una duración de unas pocas miles de horas de funcionamiento, mientras que los leds permiten que el ahorro de consumo sea significativo y alcanzan hasta las cien mil horas de vida», apuntó.