Cerrar

La sociedad solicita los permisos para extraer todo el hierro de la factoría, cerrada hace siete años

Ebro quiere desmantelar la azucarera sin haber resarcido antes a Veguellina

El grupo se ha ido deshaciendo año a año de su patrimonio en la zona, incluidas viviendas

El hierro de la factoría de Veguellina se revalorizará como chatarra

Publicado por
M. Romero - león
León

Creado:

Actualizado:

El primer grupo de alimentación español ya ha iniciado los trámites para desmantelar la vieja azucarera de Veguellina de Órbigo, cerrada en 1998 durante un proceso de reestructuración que también afectó a la factoría que Azucarera Ebro tenía en Salamanca, ahora compensada con una planta de biocombustibles valorada en más de 178 millones de euros. El proceso se pone en marcha antes de que esta sociedad haya llevado a cabo cualquier inversión en la comarca del Órbigo encaminada a resarcir la pérdida de actividad que ha supuesto la clausura de esta factoría, como prometió en su momento. Según ha podido saber este periódico, la sociedad ha solicitado los permisos necesarios para extraer todo el hierro de la fábrica para revalorizarlo después, proceso administrativo que se está estudiando en el servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. No es la primera desafectación de patrimonio que lleva a cabo Azucarera Ebro en la zona, pero sí la más traumática por lo simbólico que tiene el desmontaje de una fábrica que hasta no hace muchos años fue el motor económico del municipio y la única apuesta por el decadente sector remolachero leonés. Además de la factoría, Ebro Puleva se ha ido deshaciendo durante los últimos años de su patrimonio en la zona, como las viviendas que ocupó en el entorno de la planta. En manos de todos La planta que se quiere desmontar fue cerrada hace siete años, aunque la sociedad de la que depende ahora -se trata de Ebro Puleva S.A., que se creó en enero del 2001 tras la fusión de Azucarera Ebro Agrícolas y Puleva- está integrada por empresas cuyos orígenes se remontan a principios de siglo (Sociedad General Azucarera de España, Compañía de Industrias Agrícolas y Ebro Compañía de Azúcares y Alimentación). En el año 2000, la compañía anunciaba su intención de convertir estas instalaciones en una fábrica de biocombustibles como compensación a la clausura. Sin embargo, durante el verano de ese año León y Salamanca iniciaron una confrontación por quedarse con el futurista proyecto. Ante esa guerra, la empresa se decantó finalmente por la provincia charra, donde también había cerrado una planta.