La Junta opta por zanjar la polémica del mastín dispersando sus sedes

La falta de acuerdo de los tres colectivos que aspiran a controlar los libros genealógicos del mastín -en argot técnico, denominado mastín español de León- para constituir una federación y, conseguir así llevar de forma conjunta la tenencia de la raza, ha obligado a la Junta a optar por una solución salomónica. La institución autónoma permitirá a los tres grupos -Asociación Canina Leonesa, la Asociación Española del Mastín (con sede en Madrid y ahora en Palencia) y un grupo de criadores de la provincia- que tengan cada uno su propio libro y esquema de selección. De este modo, León perderá la exclusividad de la gestión, tal y como se había garantizado desde la Junta. Así lo manifestó ayer la jefa del Servicio de Medios y Producción Ganadera de la Junta, la leonesa Camino Astorga, quien explicó además que desde el ejecutivo autónomo «no puede interferirse en los derechos de nadie». Aseguró, además, que de este modo León no será «discriminada» como sede, ni tampoco se dejará de lado a la asociación de Palencia que «lo está llevando bien y también tiene derecho». En este sentido, Astorga puso también en evidencia que la Unión Europea tampoco prohíbe que cada asociación tenga su propio esquema de selección y libro genealógico. «Como no se ponían de acuerdo y para evitar polémicas, lo mejor es que cada una tenga su libro, además legalmente no existe ningún impedimento para que así sea», afirma la jefa del Servicio de Medios y Producción Ganadera. La decisión «salomónica» de la Junta impedirá que el mastín cuente con una única sede -ya prometida en su día para León en exclusiva- para la tenencia de la raza, con lo que este hecho supondrá de dispersión de esfuerzos y criterios a la hora de apostar por el futuro de la raza. Precisamente, aspectos como las cátedras de Veterinaria y el número de ejemplares de mastín en la provincia habían llevado a la Junta a garantizar la sede de la raza en León.