El Dainos no oculta firma

La posibilidad de que en el interior del Dainos, -la talla del Jesús Nazareno del siglo XVIII que procesiona cada jueves Santo la cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y el Silencio- hubiera un documento que arrojara luz sobre su autor se desvaneció en el escáner de la Clínica San Francisco, en los quince minutos de estudio que empleó el doctor Miguel Ángel González en someter a estudio la figura procesional. El resultado de la búsqueda que dio origen a esta iniciativa inédita fue negativo. «La imagen está hueca en la cabeza y el tórax, tal y como suponíamos; pero no contiene dentro ningún escrito o pergamino», explicó el radiólogo especialista Miguel Ángel González, que reiteró la fiabilidad de la conclusión después de analizar desde distintos ángulos la talla barroca del Dainos. «Las ventajas del escáner frente otras técnicas de análisis nos permiten certificar con absoluta certeza que el interior de la talla no esconde documento alguno». El estudio en la clínica leonesa se convierte en una novedad con referencias en el mundo artístico, porque a pesar de que en museos o centros de arte se emplea la radiografía para completar análisis minuciosos sobre el estado de las piezas de arte (para localizar fisuras o grietas) hasta la fecha no había constancia de aplicación de la tecnología Tomografía Axial Computerizada (TAC) en torno a un objetivo similar. Los cofrades que impulsaron el análisis a través del escáner valoraron la opción de encontrar dentro del Dainos un manuscrito que desvelara la autoría de la escultura, que expertos atribuyen a José de Rozas o a Pedro de Ávila. Esa forma de dejar la firma era frecuente entre los autores de tallas religiosas entre los siglos XVI y XVIII. En el paso del Jesús Nazareno por el escáner no quedó nada para la improvisación. «El temor era que la talla superara los límites del diámetro del escáner», explicó el doctor González que recordó el temor que existió hasta el último momento de que el nazareno no pudiera pasar a través del tubo de la máquina que retrató su interior. El estudio, que duró aproximadamente un cuarto de hora, contó con pruebas adicionales para verificar la ausencia de documentos que mantienen el anonimato sobre el autor del Dainos. «Para certificar que no había nada dentro del Nazareno, tal y como recogía el escáner, colocamos un papel en sobre la talla, que sí se observó», explicó el radiólogo que llevó a cabo la prueba. El estudio, que por inusual en su objetivo, llevó hasta el centro médico a numerosos medios de comunicación y forzó un hueco para León en espacios informativos a nivel nacional, supuso tres meses de forja; la historia se inicia por la inquietud de un grupo de cofrades que propusieron la idea que ayer se experimentó.