La atonía marca la primera jornada de huelga indefinida en Antibióticos

En el silencio. Así transcurrió la primera jornada de la huelga general que ayer comenzaron los 400 trabajadores de Antibióticos en León, después de cuatro días de encierro y un buen número de movilizaciones en los últimos meses. Con el turno que salió a las seis de la mañana se inició la huelga, que según el comité está teniendo el seguimiento de la totalidad de la plantilla. Sólo entraron a sus puestos de trabajo los servicios mínimos decretados por la empresa, 70 trabajadores en estos primeros días, que el comité había tachado reiteradamente de abusivos. Sin embargo, según explicó el presidente del comité de empresa, José Eugenio Toral, se ha decidido cumplir estos servicios mínimos para no dar argumentos a la compañía y forzar una situación que, seguramente, hubiera repercutido en la unidad sindical. Así, en una de las reuniones mantenidas antes del fin del encierro de cuatro días se acordó cumplir estos servicios. «De todas formas, se mantendrán los procesos en marcha pero no se iniciarán otros nuevos, lo que implica que dentro de una semana la fábrica estará parada». Cuenta solidaria Los trabajadores que participan en estos servicios mínimos acordaron con sus compañeros ingresar el cobro de los salarios por este trabajo en una cuenta común y solidaria, cuyos fondos se repartirán al final equitativamente entre todos los trabajadores. A parte de esta decisión, el inicio de una huelga que piensan mantener hasta que se retire el expediente de extinción de empleo sobre 170 de los trabajadores estuvo marcado por un corte de carretera a la altura de la fábrica, que tuvo lugar alrededor de las ocho de la mañana. Un grupo de trabajadores se trasladó también hasta los juzgados, donde se celebraba un juicio por faltas (no relacionado con el conflicto actual) contra dos trabajadores. Los manifestantes esperaban que algún directivo de la empresa acudiese al juzgado, cosa que finalmene no sucedió. El resto de los empleados de la factoría leonesa decidió tomarse el día de descanso, después de las jornadas de encierro; y esperar a la reunión que mantendrán en la mañana de hoy para decidir si realizan movilizaciones. Pese a los rumores del último día sobre posibles actos de protesta a desarrollar ayer en la ciudad, protestas que se dejaban «a la espontanedidad de los trabajadores», finalmente no hubo presencia de los trabajadores en conflicto más allá de los juzgados. Toral describió ayer el ánimo de los trabajadores de bueno dentro de lo que cabe en esta situación, y aseguró que están preparados para afrontar una huelga cuyo final no se adivina todavía, porque según renoció no han tenido ningún contacto, ni con la empresa ni con las administraciones, que les pueda hacer vislumbrar una solución. Punto de inflexión Al margen de las anunciadas soluciones inversoras, Toral destacó que para los trabajadores el punto de inflexión de esta protestase producirá el día que la autoridad laboral declare rechazado el expediente de extinción de empleo. Según el responsable del comité de empresa, los trabajadores tienen confianza en que este rechazo se produzca, y se muestra tajante a la hora de valorar una resolución favorable a la empresa. «Desde nuestro punto de vista, si la Junta apoya el expediente lo que estaría apoyando es el cierre de la fábrica de Antibióticos», explicó. De momento los trabajadores sólo tienen convocada la cita de mañana miércoles, cuando el comité de empresa se reúna con el director general de Industria, con la presencia de los secretarios provincial y regional del PSOE, Francisco Fernández y Ángel Villalba. Un encuentro concertado en principio para que el responsable de Industria conozca la situación de la empresa, que ya explicaron a Rodríguez Zapatero. Ayer los trabajadores a los que tocaría el turno y que no cumplen servicios mínimos se fueron concentrando ante la fábrica. «Cumplimos los servicios mínimos para no romper la unidad entre los trabajadores» JOSÉ EUGENIO TORAL Presidente del comité de empresa