Los enfermos de la colza reparten octavillas en el mercado de Colón

Los afectados por el síndrome tóxico de León dieron ayer una nueva señal de protesta acudiendo al mercado de Colón para repartir más de ochocientas octavillas en las que recuerdan su petición de una pensión vitalicia y critican la actitud del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por no resolver la situación en la que se encuentran. Así continúan con las protestas que comenzaron hace tres semanas con un encierro en el salón de plenos del Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo para exigir el compromiso escrito del Ejecutivo nacional de esa prestación económica. Los enfermos envenados con aceite de colza realizan retenes de diez o quince personas para mantener una protesta que no abandonarán, explicó ayer el portavoz Abel Fernández, hasta que no obtengan las cuatro entrevistas solicitadas: con el presidente del Gobierno, el ministro de Trabajo, el secretario de Estado de Seguridad Social y el responsable de la Oficina de Gestión del Síndrome Tóxico. Fernández explicó que la respuesta gubernamental, remitiendo a la orden ministerial de noviembre pasado que contempla la situación de los enfermos como asimilados al alta para cotización, no les sirve. «Nos aboca a un nuevo proceso judicial y no estamos dispuestos a esperar y morir en el intento», indicó.