Dos años de prisión para el acusado de apuñalar a un joven en La Palomera

D.M.G.D. al que se acusaba de un delito de lesiones por apuñalamiento a D.R.Y. aceptó ayer la condena de dos años de prisión que acordaron el ministerio fiscal, la acusación particular y la defensa, para rebajar las calificaciones iniciales por las que se solicitaba una pena de tres años de prisión. Los hechos, revisados en la mañana de ayer en el juzgado de lo Penal, se iniciaron con un enfrentamiento entre jóvenes pertenecientes a grupos de diferente ideología política, que se encontraron en las piscinas de La Palomera, a resultas de lo cual, se produjo una persecución que terminó en el peor caso con una herida por arma blanca y en otros, con contusiones. Por todo ello, D.M.G.D. soldado leonés destinado a Bosnia recientemente en misión humanitaria, aceptó la propuesta de condena de dos años de prisión, así como las indemnizaciones correspondientes, pendiente de ser satisfecha solamente la referente al Sacyl, por valor de 2.314,53 euros. M.A.A.G. también dio su conformidad a una pena de 10 días de multa, a razón de 4 euros diarios. D.S.D. no compareció en la sala, pese a que se le acusaba de un delito de faltas. Tras escuchar el relato de dos testigos, la víctima y un presunto acompañante, se solicitó para él una multa de 10 días a razón de 4 euros diarios. Finalmente, D.RY, fue condenado a un mes de multa a razón de 4 euros diarios por cada una de las dos faltas que se le imputan. El fuerte operativo policial que se dispuso en la zona, en previsión de que se pudieran producir incidentes, no tuvo que intervenir, a pesar de la presencia en la calle de grupos de apoyo a la víctima, que como el día anterior, se manifestaron con pancartas. Solamente se registraron dos momentos de tensión, cuando uno de los mismos, trató de cruzar la calle sin permiso de la Policía Nacional y el más intenso, a la salida del Juzgado de los familiares del condenado, una de las cuales, exhibió un folio en el que escribió el lema «David, víctima e inocente» a lo que el colectivo respondió con fuertes pitidos, insultos y gritos de «¡fuera, fuera!» que no fueron a más. La aparición del joven apuñalado fue recibida con una fuerte salva de aplausos y posteriormente, el grupo se disolvió sin mayores complicaciones.