El cultivo de remolacha depende ya del grado de modernización del campo

Los efectos de la reconversión que asoma al único cultivo que queda en Europa sujeto a la intervención de precios se atenuarán en el caso de que la ayuda oficial tenga como referencia la producción en la última campaña, no las cuotas de los años 2000, 2001 y 2002. Ésta es la opinión que vierte el sindicato Ugal, que estima que de esta forma las subvenciones ajustadas por la próxima reforma de la OCM del azúcar van a ir a parar a agricultores en activo y será más fácil que se decidan a apostar seguir sembrando remolacha. «La clave es que en la próxima negociación del mercado azucarero se consiga reconducir alguno de los planteamientos que el documento inicial dirige a las ayudas desacopladas; si se logra que vaya más dinero al precio y que haya un porcentaje menor en las subvenciones desacopladas y uno mayor en el acoplamiento, será posible aguantar y sostener el cultivo de la remolacha en León», apunta Matías Llorente, secretario de la organización sindical, que reitera la condición de conyuntura que pesa sobre la reorganización del mercado azucarero. Entre el sector agrícola leonés corre ya la idea de que se cumplen las condiciones de un segundo precepto para sostener la producción remolachera en la provincia: la industria no tiene intención de decantarse por coger las subvenciones que incentivan el cese de actividad y cerrar instalaciones. El documento de la OCM redactado por la comisión de Agricultura, que preside Marianne Fischer, contempla indemnizaciones de 730 euros por tonelada de cuota que se deje de elaborar. La modernización de estructuras, la alta productividad, la mecanización del proceso productivo y que la falta de agua no ponga en riesgo una cosecha pesan de manera definitiva para decidir la pervivencia del cultivo ante el tono amenazante de las condiciones que impone el borrador de la propuesta de la comisión europea. Las iniciativas innovadoras en busca de consolidar la remolacha ante la reestructuración que quedaba como asignatura pendiente en la política agrario de la Unión Europea explican el crecimiento en la provincia leonesa de una agricultura integral: cultivo respetuoso con el medio ambiente y efectivo. Medio centenar de agricultores de la vega del Esla son protagonistas de esta experiencia, que también contribuye a alinear esta zona con las regiones rentables en la producción remolachera. En el intento de que la reforma no se lleve por delante la rentabilidad de la siembra de remolacha en León -el cultivo, por tanto- el sector agrario leonés hace cuentas: asumiría la remolacha seis mil pesetas; 25 de precio y 12 de la ayuda compensatoria.