La Guardia Civil reduce a un hombre que se encerró en su casa con un arma

Efectivos del Grupo Rural de Seguridad de la Guardia Civil lograron reducir a última hora de la tarde de ayer a un joven que permanecía encerrado en un chalé de la localidad de Villaobispo, desde donde realizó varios disparos. La operación para reducir al inquilino de la vivienda concluyó sin registrar heridos. Así lo confirmaron a Efe fuentes de Protección Civil, quienes detallaron que el joven de unos 25 años que se mantuvo encerrado desde las 14,00 horas, armado al menos con un rifle y una pistola, fue reducido por los agentes de la Guardia Civil, que desplazó hasta el lugar un helicóptero que sobrevoló el inmueble en el que se localizó el incidente, momento que aprovecharon los guardias para adentrarse en el chalé y reducir al hombre, cuya identidad, según manifestaron en distintas versiones vecinos de la zona, responde a las iniciales J. A. F., que también especificaron que el joven, de una edad próxima a los treinta años, había regresado al domicilio familia después de haber residido una larga temporada en el sur de España. La zona del inmueble, ubicado en la calle La Era de Villaobispo fue acordonada por las fuerzas de seguridad que acudieron a tratar de resolver la situación, una vez que agentes de la policía local de Villaquilambre alertaron a la Guardia Civil al comprobar las reticiencias del hombre a deponer su actitud y responder con disparos, de forma aleatoria, a sus intentos de que saliera de la casa sin ofrecer resistencia. De acuerdo con la versión del desenlace que aportaron miembros de Protección Civil, una que los agentes consiguieron inmovilizar al objetivo -después de estudiar el momento idóneo de la entrada a la vivienda apostados desde varios puntos del entorno- sedaron al hombre, que fue introducido de inmediato en una ambulancia que lo trasladó hasta el Hospital de León. La Policía Judicial se hizo cargo de su custodia., además de investigar el móvil de la acción. El entorno de la calle La Era de Villaobispo fue, durante toda la tarde, un centro de atención de vecinos y curiosos, además de clientes de los restaurantes próximos al lugar que no pudieron recoger sus vehículos hasta las ocho de la tarde, por encontrarse dentro del cerco de seguridad que marcó la Guardia Civil. Mientras se sucedieron las horas de espera no cesaron los comentarios vecinales sobre las causas que llevaron al hombre a atrincherarse. No depuso su actitud ni con el intento de la Guardia Civil de llevarle un amigo hasta el pie de la casa para que tratara de convencerlo.