La rápida actuación vecinal evita la propagación de un incendio

Un incendio causó ayer diversos daños materiales en un cobertizo situado entre dos viviendas en la localidad de San Esteban de Nogales. El fuego, que comenzó hacia las dos de la tarde por causas que se desconocen, no tuvo mayores consecuencias gracias a la rápida reacción de los vecinos, según confirmó el alcalde del municipio, Santiago Fernández. Un vecino que se percató del suceso dio la voz de alarma, y de forma inmediata, después de que la campana de la iglesia comenzara a tocar a fuego, numerosos residentes se acercaron hasta el lugar del incendio para intentar sofocarlo con calderos de agua y con las mangueras de que dispone el Ayuntamiento, que engancharon a la red de agua del pueblo, explicó el regidor. «Cuando los bomberos de La Bañeza llegaron, el fuego ya estaba controlado», explicó Fernández, que destacó que esta rápida actuación evitó daños mayores a las casas colindantes, vacías en el momento del siniestro. El alcalde explicó que el cobertizo era utilizado a modo de almacén por los propietarios de una de estas viviendas, y contenía enseres y aperos en desuso, de fácil combustión. El suceso requirió también la presencia de los bomberos de León y de una patrulla de la Guardia Civil de Veguellina de Órbigo, que realizó las primeras investigaciones in situ, examinando el lugar de los hechos y preguntando a los vecinos. El fuego quedó apagado hacia las cinco de la tarde. En ese momento llegaron a San Esteban de Nogales los propietarios del cobertizo y de una de las viviendas colindantes, de reciente construcción. La familia mostró un evidente estado de nerviosismo, aunque sus vecinos trataron de calmarlos explicándoles que los daños no parecían de gravedad. Los bomberos hubieron de sofocar el incendio desde una tapia por no poder acceder al inmueble.