«Paisaje y paisanaje deben ser uno»

El máximo responsable de la institución provincial leonesa, volcada de pleno en impulsar la proyección del mapa cantábrico leonés como activo turístico, económico y ambiental, confiesa tener esperanza en completar la Gran Cantábrica lo antes posible. -¿El hecho de que la Unesco amplíe la protección en la montaña debería hacer pensar ya en una gestión conjunta de los espacios protegidos de León? -La Diputación ya participa en patronatos de gestión de espacios naturales, caso de Laciana. Uno de los mayores activos de la provincia son los espacios forestales y ambientales, y esa protección debe entenderse como una apuesta por poner en valor esos recursos naturales. -¿Qué supone esto en la práctica? -Es obvio que este fenómeno colabora y contribuye al desarrollo sostenible de los pueblos con el medio ambiente. Hay que acoger con satisfacción esta noticia y debemos entender que la política es ahora un valor que debe traducirse en el desarrollo de estos lugares. -Sin embargo, en Laciana, también declarado Reserva de la Biosfera, se siguen concediendo nuevas minas a cielo abierto. -La minería es una actividad tradicional en esta zona. Lo que tiene que hacer el sector es cumplir con la ley, que obliga a practicar una restauración inmediatamente después de acabar la actividad. Y esa compatibilidad entre el paisaje y el paisanaje debe ser flexible, debe haber un equilibrio, ser uno. -¿No debería ir pensando la Diputación en establecer una nueva imagen de marca que revalorice la cordillera? -La Diputación ya la tiene y, además, después de haber hecho un esfuerzo importante con los espacios naturales. Nuestra política se va ampliando año a año y potenciar este activo es una obligación de todas las administraciones.