Cada vez más niños saharauis...

El viaje comenzó en los campamentos de Aaiun y Smara hace más de doce horas. Allí, los niños saharauis se despidieron de sus padres biológicos y del desierto para viajar al aeropuerto, el punto de reunión, donde tomarían un avión que, un año más, les acercaría a un lugar, a una cultura y a una forma de vida diferentes. Eran las cinco de la mañana. Dos horas después, aterrizaban en Valladolid para continuar el camino por carretera. Mientras tanto, en León, los nervios aumentaban entre las familias de acogida que esperaban con impaciencia la llegada de los pequeños. Los minutos pasaban y todos recordaban las mil y una anécdotas que aquellos niños les habían hecho vivir. «El primer año»-comentaban los padres leoneses- «se quedaban dormidos en el sofá y siempre nos pedían que no les dejásemos solos porque todos ellos, aunque sobre todo las niñas, están acostumbrados a dormir con sus padres». El ambiente caluroso y tranquilo de una soleada mañana de verano se completaba con los ruidos procedentes de la calle, donde varias decenas de comerciantes montaban sus puestos en la feria medieval que estos días acoge la Virgen del Camino en la romería organizada en honor a su patrona. Poco antes de las diez y media de la mañana llegó el tan esperado momento. El pequeño microbús en el que viajaban los nueve niños saharauis aparcaba enfrente de la Biblioteca Municipal. Éste es el segundo grupo de niños que llega a León, después de que el pasado día 20 llegaran otros 35 saharauis. Este año, son 88 los niños procedentes de los campos de refugiados que pasarán el verano conviviendo con familias de acogida repartidas por toda la provincia leonesa. El Bierzo, Laciana o San Andrés del Rabanedo son algunos de los lugares en los que los pequeños, de edades comprendidas entre los 8 y 12 años, permanecerán los próximos dos meses. Para algunos es ya su cuarto año, el máximo permitido, ya que desde el programa se intenta que tras este período las familias se animen a acoger niños nuevos. No obstante, el límite se prorroga si se trata de pequeños con problemas médicos. La llegada de los niños ha sido posible gracias a la colaboración de la Diputación de León así como de distintos ayuntamientos de la provincia entre los que destaca el de Valverde de la Virgen. «Contamos, desde hace dos años con la ayuda del alcalde que nos ha facilitado varios locales con los que poder dar una buena acogida a los niños», señala la delegada en León. Una colaboración que se mantendrá durante todo el verano ya que también está prevista la celebración de una comida convivencia en la que los niños saharauis y sus familias disfrutarán de un día en la piscina municipal. .