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Fermín Carnero advierte contra el inicio de una batalla política

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León

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El secretario general de UGT en Castilla y León, Fermín Carnero, aseguró ayer que la reforma del sector azucarero representa «un problema importante» no solo para los remolacheros, sino también para las industrias azucareras. Por ello, advirtió de que «un tema tan complicado» no debe desembocar «en una batalla política, para rentabilizar políticamente los fracasos» que puedan derivarse de las negociaciones en Bruselas. Fermín Carnero afirmó que «no es de recibo» que a una manifestación como la anunciada por Coag y Asaja para finales de este mes en Valladolid, en protesta por la reforma, se sume la Junta de Castilla y León. Al respecto, recordó que el consejero de Agricultura de la Junta, José Valín, participa en la delegación española que interviene en esas negociaciones, invitado por el Gobierno. «Debemos estar todos detrás, porque nos jugamos mucho», y «quien se descuelgue» comete un acto de «cobardía política», según Carnero. Como en unas olimpiadas El responsable sindical subrayó la necesidad de «crear un foro de apoyo» de «todas y cada una de las administraciones» públicas implicadas en la negociación, que comparó con el respaldo «a las Olimpiadas» que pretende conseguir Madrid para 2012. Este «frente» debe estar «unido» para manifestarse «contra la reforma, no contra el Gobierno», de manera similar a cómo ocurrió con la defensa del sector olivarero en Andalucía, añadió. Por ello, reclamó, en alusión a Valín, que «nadie diga yo me marcho y responsabilizo al Gobierno» central. De hecho, la plataforma tiene previsto reunirse con el consejero en los próximos días. Necesaria unidad Por su parte, José Valín, hizo hincapié ayer «en la unión de todos los agentes socio-económicos» en defensa de un sector «vital», con unos 10.000 agricultores y 2.000 empleados en las seis azucareras de Castilla y León, cuatro de Ebro y dos de Acor. El consejero reiteró la necesidad de unir «fuerzas en un mismo sentido» ante «un problema de Estado», en el que el Gobierno debe conseguir que el mayor número posible de países europeos rechace la reforma planteada por la Comisión. El responsable de Agricultura de la Junta demandó al Gobierno un «esfuerzo», porque «no se puede hacer nada individualmente por la comunidades autónomas», ya que las negociaciones en Bruselas se llevan a cabo entre Estados, no por regiones.

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