Se constituye en León la sede de la Escuela de Psicoanálisis

Sacar a la luz el psicoanálisis como disciplina viva, lograr su reconocimiento institucional e interrogarse día a día sobre el trabajo en este campo es el objetivo de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis que el pasado sábado constituyó, con una reunión en León, su sede autonómica. Esta Escuela será la delegación en la comunidad de una asociación internacional considerada como uno de los más prestigiosos centros de trabajo sobre el psicoanálisis y a su constitución acudieron los máximos responsables de la Escuela, Manuel Fernández Blanco y Félix Rueda. Luis Salvador López Herrero, de León, Fernando Martín Aduriz, de Palencia, y José María Álvarez, de Valladolid, son los tres socios fundadores de esta escuela que emprenderá su primer periodo como un proceso de consolidación del grupo que pretende ampliar el número de socios, profesionales o no, interesados en el psicoanálisis y su aplicación. «Hemos de salir de las cavernas para hacer del psicoanálisis una disciplina viva. Nos preocupa hacer un trabajo serio y riguroso, pero también que se conozca», explica el doctor López Herrero quien reconoce que, en España, esta disciplina ha sido desprestigiada sin haberla conocido. Este desconocimiento hace que no se tenga en cuenta «una disciplina muy potente con importantes beneficios para las instituciones y los pacientes». «El sistema sanitario se ahorraría muchísimo si en las instituciones los psicoanalistas trabajasen en terapias individuales y en grupos. Ahora trabajan como médicos o psiquiatras y aunque no se puede disociar su formación analítica en la práctica clínica no pueden actuar como tales», agrega. La importancia de este reconocimiento es enorme y de hecho el próximo congreso anual de la Escuela Lacaniana, que en España reúne a cientos de profesionales, abordará la utilidad pública de esta ciencia. Biblioteca en León La Escuela tendrá su sede en Palencia pero en León se creará una biblioteca que López Herrero define como el lugar perfecto para iniciarse en la formación del psicoanálisis, un centro que pretende, con el tiempo, reabsorber aquellos grupos que vienen trabajando en este campo. Promover jornadas, conferencias, grupos de lectura, presentación de libros y «organizar de una manera más clara y profesional el psicoanálisis» son, a largo plazo, los retos. «El psicoanálisis no es un dogma, ni una religión, nosotros proponemos la pregunta constante para reformular la práctica», recalca el leonés.